Un vistazo a lo que debemos aprender de esta histórica victoria.

Creer. Si algo demostró la victoria de Colombia es confianza en sí misma. Y no es un tema menor. Muchas veces carecemos de ella ante los grandes retos (¿qué tal como ejemplo el partido contra Brasil en el pasado Mundial?).

Calma. Aunque el triunfo es memorable, el segundo sobre Brasil en la historia, algo que no se conseguía hace 24 años, falta mucho para figurar en esta Copa América. Una derrota contra Perú podría devolver a Colombia pronto a casa. ¡La Selección aún no está en segunda ronda!

Folclor. Vi el partido en un bar en Bogotá y los hinchas cantaron tras el pitazo final: “Brasil, decime qué se siente tener en casa a tu papá…”. Por supuesto que la alegría contagia (incluso la irracional), pero pasar del insulto tras la derrota ante Venezuela al elogio excesivo siempre apena. Es un círculo vicioso del que me temo jamás vamos a salir.

Actitud. Más allá del talento, siempre será reconfortante reconocer en los jugadores el máximo esfuerzo, la concentración y el deseo por hacer las cosas bien. Es irrefutable que en este partido contra Brasil hubo enjundia.

Confianza. Después de la inesperada caída ante Venezuela, Pékerman volvió a confiar en Armero, Zúñiga y Falcao. Cualquiera puede discutir su nivel de juego, no el respaldo del técnico hacia sus jugadores.

Realidad. A propósito de Falcao, está a años luz del que fue en las pasadas Eliminatorias. En los dos partidos que ha jugado en esta Copa América ha luchado, ha corrido, ha abierto espacios de juego a sus compañeros, pero no ha estado ni una sola vez cerca del gol. Es más, ni siquiera ha exigido a un arquero. Su relevo es inminente.

Números. Bien en defensa, mal en ataque. Un gol en contra y un gol a favor lleva Colombia en este torneo. Si hablamos antes de que empezara la Copa de nuestro poderío ofensivo, hoy deberíamos hablar de seguridad en el arco. Ospina ha sido el jugador más competente en todo el proceso Pékerman y Murillo, hasta ahora, un grato descubrimiento.

Disfrutar. Solo con el paso del tiempo entenderemos que esta Selección es una exclusividad de nuestra historia. Inevitablemente, verla sirve para acumular (gratos y malos) recuerdos.

Apoyo. Precisamente por el punto anterior, son muy válidas las palabras que expresó James en torno al respaldo que se debe manifestar en las buenas y malas situaciones. Una frase afín de Plutarco: «No necesito amigos que cambian cuando yo cambio, y asienten cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor».

Futuro. El Mundial pasó hace un año y seguimos hablando del “gol” de Yepes. Ya fue Venezuela y ya fue Brasil. Tenemos que aprender a superar lo que nos pasa. Lo que nos espera es lo que ahora importa. Como dice la consabida frase de técnicos y jugadores, el partido más importante es el próximo.

Ñapa: Al menos, cuatro muertos y dos heridos se contaron luego de la victoria ante Brasil. Ese es el gran peligro de ganar la Copa América, que nos asesinemos festejando.