«Mientras lloro por no haber podido darles una alegría en la Copa América, miles de ustedes se han dedicado en medio del duelo a burlarse y menospreciar mi trabajo. Lo lamento. Son ustedes unos completos desagradecidos.
«Sé que esto del fútbol siempre exige resultados y que en este deporte se tienen muchos jefes, en este caso, casi 42 millones de argentinos. Muchos de ustedes han sido descarados, soberbios. He sido el blanco de sus feroces críticas. Hinchas y periodistas por igual, todos apasionados, siendo injustos y atrevidos conmigo.
«No hay nada más doloroso en el fútbol que perder una final. Sépanlo bien. No importa el dinero que ingresa cada día a la cuenta bancaria. Yo ya llevo tres grandes derrotas en finales con la camiseta albiceleste que tanto amo y por eso me siento tan mal.
«Pude jugar para España, pero no, decidí ser fiel a mi tierra, a mis compatriotas, a toda esa gente que hoy en día me trata como si yo fuera un impostor, como si no diera todo en la cancha.
«Veo sus memes y me duelen, aunque a tantos les cause risa. Igual, no quiero que pase más tiempo sin darles las gracias a todos los que nos apoyaron siempre y nos siguieron bancando en los momentos difíciles. Esa es la gente que vale.
«Ahora, también me están juzgando porque no quise recoger el premio al mejor jugador de la Copa América y porque me quité la medalla de subcampeón en Chile. ¿Acaso qué esperaban? Yo solo quiero ganar. Intento triunfar en la Selección Argentina tanto como en el Barcelona, pero sea por Dios o por el destino, no lo logro. ¿Qué puedo hacer? Si ustedes tienen la solución, por favor, háganmela saber.
«No suelo leer la prensa, pero vi que el diario El Mundo tituló «¡Messi cagón!» y hasta lo entiendo. En el Barcelona hemos mandado al Real Madrid al ocaso en el último tiempo. Ese fue un desquite mediático. Lo que no puedo soportar es que en mi propio país me irrespeten. “Está mal puesta la cinta de capitán (…) El mejor jugador del mundo no nos representa en los momentos importantes», publicaron en Olé.
«Yo no le debo nada a Argentina y estoy orgulloso de mi país. He dado todo de mí para que volvamos a dar una vuelta olímpica. Y espero no cumplir la profecía de Matías Almeyda, técnico de Banfield: “Algún día Messi se va a cansar y no va a querer venir más a la Selección”.
«Ojalá entiendan este desahogo. “Ser el mejor no sólo da derechos. También, obligaciones”. Es cierto eso que escribieron sobre mí. Pero quiero aclarar que mi derecho es jugar a plenitud con mi izquierda. Y lo haré donde quiera y donde me quieran.
«Posdata: mil gracias al “Burrito” Ortega, un crack de otros tiempos, quien escribió estas alentadoras palabras:
«Cómo le voy a decir “pecho frío” a un tipo que cuando tenía 11 años se inyectaba agujas solo para pelear contra una enfermedad. Cómo le voy a decir “ pecho frío” a un tipo que con 11 años se fue a Europa con la responsabilidad de cargar con el futuro suyo y de su familia en sus espaldas. Cómo le voy a decir “pecho frío” a un tipo que le dijo que no al país que le dio todo y eligió al que no le dio nada. Cómo le voy a decir “pecho frío” a un tipo que tranquilamente podría estar contando guita en una playa privada y sin embargo está intentando dejar en lo más alto a la Selección de su país. Cómo le voy a decir “pecho frío” a un tipo que lo comparan con un señor que dicen fue el mejor de la historia. Cómo le voy a decir “pecho frío” a Messi? “Pecho frío”, pecho frio sos vos que tratas de pecho frío a Messi”.
Foto: tomada de AFA