Varios comentaristas deportivos andan diciendo que Nacional “debe hacer un partido inteligente” ante Rosario Central. Luego de ese ‘gran’ consejo, estas son algunas cosas que sí debe tener el equipo en la cancha para no caer en la ‘brutalidad’ de una eliminación prematura.

Velocidad: en el partido de vuelta ante Huracán en octavos de final, Nacional empezó el juego con una lentitud que despertó el aburrimiento. Una cosa es jugar tranquilo, ser paciente, y otra muy diferente es hacerlo en plan tortuga. Desmarcarse y pasar rápido el balón será fundamental.

Decisión: el afán puede ser un virus muy dañino este jueves, tanto para los hinchas como para los jugadores. ¿Cuál es entonces el antídoto a aplicar? Básicamente, la determinación de hacer un gol lo más temprano posible y seguir en esa línea. No debe dejarse quitar el ritmo del encuentro y tiene que controlar la pelota.

Concentración: Nacional venía como un aplanadora hasta que Millonarios le ganó en la liga local. El nivel bajó y ahora algo se ha recuperado en las últimas semanas. Todos saben que el objetivo es la Libertadores y que no hay que creer en favoritismos. El equipo no debe dejar quitarse el foco por nada del mundo. ¿Que Copete se va al Santos? ¿Que se va Marlos? ¿Que Ibarbo es una baja importante? Nada de eso, ¡a jugar!

Seguridad: Reynaldo Rueda jugó con línea de tres en Argentina ante Rosario y un gol que nació por un error propio cambió los planes. Nacional volverá seguramente a su esquema (4-2-3-1) para remontar la serie. Más allá de lo que proponga el técnico, los jugadores tendrán que llenarse de confianza para evitar errores infames. Armani no siempre puede salvar con atajadas increíbles.

Pasión: Sea quien sea el que esté en la cancha, debe sudar de verdad la camiseta este jueves en la noche. Hay que hacer correr la pelota. Este es un partido duro, trascendental, uno que no es apto para personalidades tímidas ni jugadores que crean que estas oportunidades se repiten a cada rato.

Nacional está a un paso del fracaso, pero si cree en sí mismo tiene cómo remontar la serie y acercarse a una gloria esquiva hace décadas. Decir que «debe jugar un partido inteligente» es tirar un globo al aire, como una reina que pide la paz del mundo. Nacional lleva ocho series consecutivas sin poder remontar en la Copa Libertadores una serie cuando perdió en el partido de ida. Este equipo contrató técnico y futbolistas para llegar al menos a la final del campeonato. La historia está por escribirse. Lo demás serán excusas. Acá lo que se pide es convicción.


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