Muchos fueron los logros que alcanzaron las mujeres destacadas en la ciencia a lo largo del 2019 en el mundo. Y para la ciencia de nuestro país uno de los más acertados pasos fue el nombramiento de la bióloga Mabel Torres como ministra de Ciencia y Tecnología.
La bióloga, además de dar representación a la región pacífica, posee honorables títulos que la hacen acreedora de esta distinción, entre ellos el Premio Afrocolombiana del Año, el Premio Portafolio, ganó el concurso docente de excelencia de la Universidad Nacional, su tesis doctoral obtuvo el primer puesto en el premio “Maestro Leonardo Oliva”, además de su participación en la reciente Misión de Sabios.
Es satisfactorio ver cómo la ciencia se impone en el rol de las mujeres colombianas y nos vamos posicionando a la hora de tomar decisiones favorables para nuestro país. Que una mujer tenga estos logros, pero sobre todo que una mujer afro se posicione como Ministra de Ciencia y Tecnología, frente a toda la desigualdad por color y género que a lo largo del tiempo hemos vivido, abre un camino enorme para quienes en el día a día trabajamos por y para la ciencia.
Y no es un tema que solo nos compete a las mujeres, por el contrario, debemos generar empatía, acciones que permitan fortalecer la participación equitativa de las mujeres en campos científicos e inculcar el pensamiento crítico-reflexivo que genera empoderamiento en las niñas. Es un tema que va más allá del feminismo, es simple y sencilla igualdad. Es un compromiso que como ciudadanos tenemos y que, sin duda, tendrá repercusión en nuestras generaciones venideras.
Lo anterior supone un reto para este nuevo año desde nuestra cotidianidad, estudio, trabajo, escuela y hasta en nuestras relaciones interpersonales con los demás, para seguir fortaleciendo nuestra pasión y diciéndole al mundo que las mujeres estamos al poder.