Estoy entre aquellos que piensan que la ciencia tiene una gran belleza. Un científico en su laboratorio no es solo un técnico: también es un niño ante fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas»
Esto pensaba la grandiosa Marie Curie hace dos siglos y hasta nuestros días se aplica. Y no son solo los fenómenos naturales los que impresionan, en mí día a día veo diminutos insectos, bichos de gran tamaño e incluso -a través de herramientas computacionales- animales a más de 2000 M de profundidad al otro lado del mundo. Paso de artrópodos a mamíferos, luego a plantas y de ellas a invertebrados marinos con características increíbles que, sin duda, convierten la experiencia en un constante ¡Wow! y que hacen de mi labor como bióloga, el trabajo soñado. No todos los días son iguales, pero todos los días aprendo algo nuevo y sí que me impresiono.
Si pensamos en la Polonia de 1890, donde estaba prohibido que las mujeres estudiaran, la fascinante Marie emigró a Francia para estudiar Física, Química y Matemáticas. Se dice que apenas comía y vivía en un sitio sin la mínima comodidad. Esto no le impidió ser la estudiante más destacada de su promoción y llegar a descubrir que los rayos Becquerel venían del interior de los átomos de uranio y que este contenía algo denominado ‘Radioactividad’. Era una mujer adelantada a su época, increíble, independiente y muy empoderada, lo que me lleva a pensar en todo lo que podemos lograr hoy de la mano de los avances que tenemos en la actualidad. Y no solo hablo de quienes nos dedicamos a hacer ciencia, sino de todos desde cada campo de estudio en general.
Si nos remontamos a nuestro día a día, la experiencia es sumamente distinta: nuestra forma de vida implica muchos factores que van de la mano de la tecnología, que en muchos casos no utilizamos como deberíamos y, por supuesto, nuestra forma de pensar también es otra. Nos hemos acostumbrado al facilismo –y conformismo- de tener todo al alcance de un clic en la pantalla de nuestros dispositivos, y creo que deberíamos reflexionar al respecto.
Si Marie Curie, una destacada científica en una época en la que las mujeres todavía eran invisibles en la ciencia, logró hacer grandes hallazgos y ser la primera mujer en ganar dos premios Nobel por descubrimientos impresionantes cuando la tecnología era precaria: ¿Qué te impide a ti, apreciado lector, lograr lo que deseas?