Hace unos días veía un post de Amalia Andrade en Instagram, donde compartía una imagen que decía “Esto también pasará”. A mi mente vino una reflexión que leí hace muchos años donde un Rey pedía a sus súbditos un mensaje que pudiera ayudarle en tiempos difíciles y al que pudiera acudir en tiempos de desesperación.

Uno de sus empleados, quien no era uno de los grandes sabios, ni académicos a los que el Rey pidió ayuda, le entregó un papel doblado, diciéndole que solo podía ver esa frase cuando no encontrara salida a una situación, que lo guardara en su anillo.

Ese momento no tardó en llegar, el país fue invadido y su reino se vio amenazado. El Rey estaba huyendo a caballo para salvar su vida, mientras sus enemigos lo perseguían. Estaba solo, y los enemigos eran numerosos. En un momento, llegó a un lugar donde el camino se acababa, y frente a él había un precipicio y un profundo valle. Caer por el, sería fatal. No podía volver atrás, porque el enemigo le cerraba el camino. Podía escuchar el trote de los caballos, las voces, la proximidad del enemigo.

Fue entonces cuando recordó lo del anillo. Sacó el papel, lo abrió y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso para el momento, simplemente decía: “Esto también pasará”. Sintió paz y del modo más inesperado salió vencedor.

Cuando celebraba su triunfo, su empleado dijo: – “Apreciado rey, ha llegado el momento de que leas nuevamente el mensaje”.  – “¿Qué quieres decir?”, preguntó el rey. “Ahora estoy viviendo una situación de euforia y alegría, las personas celebran mi retorno, hemos vencido al enemigo”. – “Escucha”, dijo el anciano. “Este mensaje no es solamente para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando te sientes derrotado, también lo es para cuando te sientas victorioso. No es sólo para cuando eres el último, sino también para cuando eres el primero”.

Todo esto me ponía a pensar en la realidad desconocida por la que atravesamos, que pasará y que sin duda nos transformará, desde todas las perspectivas. Eso de «si no sales de la cuarentena con un libro leído, nuevas habilidades o más conocimiento que antes» me parece abstracto, creo que todos enfrentamos esta situación desde perspectivas distintas y de acuerdo a nuestras necesidades, y así se verán reflejados los cambios. Así mismo, pensaba en esas mujeres a las que se les hace mucho más difícil todo esto al verse afectadas por la violencia en medio de esta situación. Mujeres que pasan su cuarentena con sus agresores, que están expuestas a maltrato verbal y físico, en donde estos días tan distintos para todos se vuelven un verdadero caos para ellas.

Lo sigo pensando a diario y me pregunto: ¿Esto también pasará para ellas? Sólo espero que sí.

Desde este espacio hago un llamado a la tolerancia y si tú que me lees atraviesas por esa situación, tienes la línea 155, donde una llamada puede hacer la diferencia y cambiar tu situación.