Más agradecida que siempre, más satisfecha que lo imaginado. Más llena de amor, gente linda y mil proyectos que prometen. Este año me dejó nuevos retos por resolver, nuevas formas de verme, nuevas maneras de vivirme y nuevas esperanzas por ejercer. Experiencias significativas, el giro más esperado e inesperado -a la vez- en mi carrera como científica, escribí más de lo que planeé y descubrí facetas en mí.
Confirmo, como siempre, que lo que trasciende pese a todo es lo atemporal: mi familia, el mar, la ciencia, Mariadna, los quibbes, mi pueblo, las canciones de Carlos Vives y el tropipop, escribir, la sonrisa que produce una tarde en el Caribe, el amor, mi corazón.
Tener la fortuna de tanto en un año como este es demasiado. ¡Gracias 2020!
A ustedes mis queridos lectores mil gracias por sus mensajes, vistas y estar atentos a este espacio que es tan mío como de ustedes. Gracias por hacerlo posible.
¡Feliz año nuevo!