A estas alturas, y pese a todos los avances que las diferentes esferas de la ciencia han logrado, hay quienes son escépticos a los aportes que día a día nos muestra.
Ningún país podría alcanzar el desarrollo por sí sólo, la cooperación científica no solo contribuye al conocimiento y su progreso, sino también a ciertos elementos transformadores que contribuyen la tan anhelada paz.
Es indispensable acercar la ciencia al ciudadano del común, donde la apropiación del conocimiento cimente las bases de una sociedad más justa, equitativa y sobretodo consciente, donde seamos capaces de ver la ciencia y la tecnología como áreas que dotan de capacidades a las ciudades y aportan a nuestro crecimiento profesional y personal.
Por estos días y pese a estar viviendo una pandemia, hay quienes no confían en el resultado de meses de estudios, arduo trabajo y evidencia ante el método científico, lo cual es respetable y para mí -confuso- pero ese es otro tema.
La ciencia debe entenderse como una herramienta que aporta, ayuda y mitiga problemas de todo índole y que siempre está al servicio de la sociedad.