Existe un lugar paradisíaco en la vía que conduce al mar desde la ciudad de Barranquilla hacia Cartagena, exactamente en las playas de Santa Verónica, Atlántico, un oasis de tranquilidad que le apunta a un turismo responsable y del cuidado del planeta.

Ecoxata fue creado hace más de 4 años, forjado con pobladores de la región y con apoyo de sus huéspedes, han logrado sembrar más de 18.000 plántulas de “Uvito playero” (Coccoloba uvifera), que ayudan a restaurar las playas de la zona, así como a evitar la erosión costera.

Así mismo, reúne características interesantes como la utilización de energías renovables y la correcta gestión de sus residuos logrando circularidad con estos, pues están aliados con gestores que le apuntan al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.

Sus habitaciones inspiradas en los elementos de la naturaleza y son confortables, pero también pensadas en la preservación de los recursos naturales, pues sus jabones, shampoos y cremas, son de marcas con sellos verdes y creadas con productos biodegradables que no contaminan el agua. Un gran detalle es encontrar una plántula de uvito playero en la habitación el cual puedes sembrar a tu llegada y hace la experiencia muy significativa.

Es increíble ver un hotel de lujo en una zona que hace unos años era una playa infestada de plásticos, que no sólo garantiza confort y descanso, sino que también tiene responsabilidad con la comunidad de la zona, pues sus colaboradores son oriundos de la región, donde cada uno de ellos ha ido perfeccionando diferentes talentos que hoy en día sacan a relucir en sus labores en Ecoxata, dando un aporte importante con su experiencia y conocimiento a la operación del hotel, el cual se perfila como un destino turístico innovador y de experiencia por vivir al norte del país.

La mezcla del descanso en una cabaña de Ecoxata, una escapada a la playa, una deliciosa cazuela de mariscos o arroz de camarón, la calidez de su gente, un desayuno con arepa de huevo al despertar, el sonido de las olas del mar viendo un atardecer de ensueño en Santa Verónica, resultan un lugar propicio que reúne lo anterior con sus prácticas sostenibles como una alternativa espectacular que se debe vivir por lo menos una vez en la vida.

@ecoxata