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Pana Kutlumpasis en Pixabay

El tercer sábado del mes de septiembre se celebra el día del amor y la amistad en Colombia, pero contrario a otros años llenos de chocolates finos, flores, cenas románticas, maratón de películas sentimentales con una que otra lágrima de emoción; rumbas con comportamientos “non santos” en bares, con amigos o compañeros de oficina, este 2020 pinta diferente, hasta un poco enrarecido. Algunos optarán más por tomarse unos drinks en la casa, una buena cena, una fiesta por Zoom, o un concierto virtual, porque la noche será para recordar los buenos tiempos.

La verdad es que, después de tantos meses de encierro, sobrecargados de reglas de distanciamiento social, lavado de manos y uso obligatorio del tapabocas, algunos están listos para tener citas amorosas, mientras que otros siguen muy prevenidos. Sin embargo, tanto solteros, como miembros del mercado del usado, se cuestionan qué tan difícil es buscar el amor durante la pandemia, o si de alguna manera han cambiado las expectativas.

Наркологическая Клиника en Pixabay

La respuesta que ofrecen los expertos en la materia es gritar a los cuatro vientos que este es el momento propicio para probar nuevas aplicaciones, e incluso aventurarse enviando DM´s a quienes sigues en Instagram, Tiktok, o con quien estés familiarizado tangencialmente en las redes sociales, porque después de todo conocer gente en línea no tiene porqué ser tan aterrador.

Y si durante la pandemia cae algo en la red, las recomendaciones para hacer actividades con menor riesgo de propagación del covid-19 pululan: lugares al aire libre, deportes, caminatas, etc. Además, queda claro que el propósito de la primera cita sigue siendo el mismo, saber si hay suficiente química o interés para volverse a ver. Entonces, cualquier plan que les permita verse fuera de las plataformas de Zoom, Meeting o redes sociales será una buena opción, eso sí, con una buena dosis de creatividad para evitar entornos concurridos.

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Obviamente, quienes le apuesten a las APP o las redes sociales enfrentarán nuevas sorpresas que no se limitan al aspecto físico, pues hay personas que prefieren adelantarse y preguntar directamente ¿qué significa para ti el distanciamiento social? Algunos pedirán el resultado de las pruebas de coronavirus; otros el de anticuerpos, o quizás les propondrán hacerse ambos una prueba antes de la cita.

Marek Studzinski en Pixabay_2

«Hay algo absurdo cuando alguien te gusta, automáticamente confías en que no tiene el virus, recuerdo que así pasaba en los 90 con el sida. Una vez le reclamé a mi primo José porque no usó condón cuando se acostó con una desconocida y me contestó muerto de la risa: pero si está buenísima, tiene hasta los cachetes rosaditos, ¿qué sida va a tener? Bueno, solo porque te guste alguien no quiere decir que no te cuides”. Cuenta Fidel, administrador de 49 años.

Si estás triste, ya no finges

Majaranda en Pixabay

De acuerdo con las estadísticas, en Tinder los usuarios se han estado enviando mensajes con un 20 por ciento más de frecuencia y la duración promedio de las conversaciones es alrededor de un 25 por ciento más largo de lo habitual. Sin embargo, varias personas piensan que la magia se ha ido porque se acabó eso de tomarse un trago, coquetear, tocarle el hombro a alguien o darle un beso. “Si pasar de la virtualidad a lo presencial no agrega algo excitante ¿cuál es la gracia?”, exclama Juliana, economista de 34.

S. Hermann & F. Richter en Pixabay

Por su parte Ingrid, de 35, profesora de lenguas extranjeras dice: “estoy felizmente soltera, tranquila y segura, no me afana tener citas, pero si llegase a conocer a alguien que despertara una atracción especial, me preocuparía la “despreocupación” de la otra persona con respecto al covid, algo verificable antes de una cita. Yo nada de abracitos, ni mucho menos besitos y, como no tengo afán (ni antes, ni después de la pandemia), pues mejor me quedo guardadita en mi casa”.

Para Daniel, estudiante de derecho, de 23 años, encontrarse en Zoom para hablar de sentimientos y gustos es demasiado ficticio, por eso afirma: “no es chévere, no es una buena distracción, ahora estamos solteros, tristes, las conversaciones son aburridas. Eso de ¿cómo has manejado la cuarentena? ¿Has sentido los síntomas? ¿Cuándo tienes pico y cédula? ¡Es una hartera! Lo bueno es que todos estamos en el mismo barco, ya nadie está fingiendo si está triste, deprimido o aburrido”.

Sasin Tipchai en Pixabay

Contrario a Daniel, Mateo, ingeniero de 25, no se queja: “la verdad yo creo que el confinamiento volvió loquitas a muchas amigas, así que he tenido varios encuentros relajados, solo sexo, algunas saben que tengo mi novia pero ya no les importa, están llamando a la lata. A varios amigos les pasó igual, y bueno simplemente tomamos el riesgo y nos sacrificamos por aquello de la amistad”.

Candid_Shots en Pixabay

Alberto, administrador de negocios de 44, no ha sido tan “afortunado” como Mateo, sonriendo dice: “no he tenido la oportunidad de salir durante la pandemia, pero si conozco a alguien que se esté cuidando y cumple con todos los protocolos, yo confío. En momentos de pasión, amor o ganas, chao tapabocas, las cosas pasan, entonces lo importante es que la persona esté sana, se cuide así como yo lo he hecho en estos seis meses”.

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Las opiniones llegan como ráfagas sumándose a Alberto y a los demás. Rafael, estilista de 45, asegura: “mi única preocupación es que no tenga el virus; Lina, odontóloga de 39 años, se desahoga: “mira estoy tan desesperada por salir a un bar o conocer a alguien, que ya casi le pido el número del celular al tipo del Rappi”. Sergio, arqueólogo de 38 años, no duda en decir: “la prefiero con covid, después que no me hinche las pelotas.” Armando, abogado de 53 y divorciado, remata diciendo: “la gente se está atreviendo a más, los suplentes ya están reclamando sus derechos de reactivación con las medidas de bioseguridad correspondientes. Definitivamente el amor se encarga de dar confianza”.

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Asimismo, pensar que existe el riesgo de contagiarse y transmitir la enfermedad a padres o abuelos influye en el momento de pensar en las citas amorosas. Laura, relacionista de 27, explica: “visito con frecuencia a mis abuelos y la verdad me da pavor pensar en conocer a alguien porque hay mucha gente asintomática, no sé cómo voy hacer, tendría que dejar de verlos”.

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En teoría, se supone que no debemos conocer nuevas personas, ni besarlas; pero en la práctica, la economía se está reactivando, la vida continua, la gente está regresando paulatinamente a sus trabajos y es difícil vivir en una burbuja mientras pasa la pandemia. Si se presentan oportunidades para nuevos encuentros románticos, lo más coherente es seguir las normas de bioseguridad y, ante todo, respetar los espacios de las personas vulnerables que nos rodean.

Fotos: asuimagenstock- Pixabay

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