¿Sientes que en esta cuarentena estás comiendo más de la cuenta y te preocupa el efecto que este comportamiento pueda tener en tu peso y en tu salud?

Lo primero que debes saber es que no estás sol@ y que es común que tus hábitos dietéticos se vean alterados ante una situación tensionante como la que está atravesando la humanidad.

Sin embargo, y aunque sea común, también debes saber que no es normal querer comer todo el día y a todas horas, y que existen algunas estrategias que puedes poner en práctica si sientes que estás perdiendo el control en este ámbito de tu vida.

¿Qué son los antojos y por qué surgen?

Los antojos, en términos sencillos, son los deseos apremiantes de comer que no están relacionados con el hambre física. 

Los factores que pueden originar los antojos son muchos y definitivamente varían de una persona a otra, sin embargo algunos de los más comunes son:

Teniendo esto en mente lo primero que deberías hacer es identificar las causas que están detonando tus antojos para poder abordarlos de una forma más integral, sin embargo a continuación encontrarás algunos tips generales que pueden ayudarte.

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Tips para mitigar los antojos

1. Asegúrate de llevar una dieta rica en macronutrientes (proteína, grasas y carbohidratos complejos). Si quieres conocer las mejores fuentes de cada macronutriente, da clic aquí.

2. También debes obtener un aporte óptimo de micronutrientes (vitaminas y minerales). Esto lo consigues llevando una dieta variada y privilegiando el consumo de vegetales coloridos y abundantes.

3. Olvídate de las mal llamadas «dietas milagrosas» que suelen restringir diferentes grupos de alimentos. Recuerda que si a tu cuerpo le faltan nutrientes, siempre te va a pedir comida y más comida.

4. Evita o limita al máximo el consumo de azúcares y harinas refinadas. Estos alimentos generan picos de glucosa en sangre que luego descienden también abruptamente haciéndote sentir ganas de comer en poco tiempo.

5. Acompaña los carbohidratos con una fuente de grasas saludables o proteína, de esta forma sentirás más saciedad. Por ejemplo: una manzana con un puñado de almendras, en lugar de una manzana sola.

6. Bebe suficiente agua pues resulta muy común confundir la sensación de sed con la sensación de hambre.

7. Duerme entre 7 y 9 horas. Está comprobado que las personas que duermen menos o que duermen mal tienden a tener peores hábitos dietéticos.

8. Encuentra formas de gestionar tus niveles de estrés. Algunas actividades como la meditación, el yoga y la respiración diafragmática pueden resultarte útiles.

9. Realiza actividades que te generen placer, pues es muy común acudir a la comida como una forma de suplir el placer que hace falta en otras áreas de la vida.

10. Antes de comer, detente un segundo y pregúntate: ¿realmente tengo hambre?