Cuando estamos en los veinte, somos muy pocos los que pensamos en la llegada de ese número par del que todos hablan y del que no siempre se encuentran muy buenas referencias, los treinta, ¿por qué? Porque para muchos es la llegada de una nueva etapa de vida donde los interrogantes se duplican, la angustia y el temor toman más fuerza, y cuando todo esto se combina, nuestro día a día se puede arruinar por completo.
Por eso, no nos debemos torturar con el rumor de ser “viejos” desde los treinta, veámoslo con otro enfoque. Llegar a esta edad nos hace replantear los objetivos que teníamos y eso es muy bueno, porque todos sabemos que los cambios, ya sean positivos o negativos, son esas experiencias que nos dejan una nueva enseñanza que nos ayudan a madurar, avanzar y a progresar. También es importante que analicemos nuestros ideales para determinar qué tan reales pueden ser.
Y como todo en la vida siempre hay ventajas, tener treinta nos da muchas más de las que pensabamos, por eso dejaré aquí algunas que publiqué en mi cuenta de Twitter para que las puedan recordar todos los días y compartirlas:
No más pretender que alguien te cae bien.
— Un desconocido: (@SoyCarlosDiaz_) 8 de febrero de 2017
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