Cuando una relación o un matrimonio con hijos termina, son los niños quienes resultan más afectados porque no es fácil asimilar que su papá y su mamá ya no estarán más juntos, y que precisamente por ellos y su bienestar emocional, deben quedar en los mejores términos para poder convivir tranquilamente para que se hagan a la idea de que aún son una familia a pesar de vivir o compartir diferentes momentos, experiencias y espacios.
En esos términos quedó un matrimonio luego de compartir varios años de felicidad junto a su única hija. Cuando ella le pidió al padre de su hija que comprara las medicinas para la pequeña, él no lo pensó dos veces, algo a lo que pocos acceden porque cuando se trata de dinero muchos hombres o incluso algunas mujeres suelen desentenderse. Sin embargo, este padre cumplió con el encargo de su exesposa pero cuando se disponía a dejar la medicina en la nevera, se encontró con algo que lo dejó sin habla, salió de inmediato de allí e hizo algo mucho más que comprarle únicamente ese medicamento.
A pesar de que este hombre ya no vive más con la madre de su hija, la valora y la estima porque es la mujer que le dio la gran oportunidad de ser padre, así que siempre trata de estar pendiente de ambas por la hermosa hija que comparten.
Lo que encontró en la nevera de su exmujer le partió el corazón, porque solo había un poco de agua y mucho espacio por llenar con víveres, pero en las gavetas donde guardaba los alimentos para su hija se encontraban completamente llenas de jugos, papillas y comida, de algo estaba completamente seguro, a su hija no le hacía falta nada. Luego de su inesperada sorpresa, decidió compartir un mensaje en su perfil de Facebook; no buscaba ser halagado por ello sino para que otros hombres que estuviesen en la misma situación que él, reflexionaran un poco sobre los términos en los que quedó con su expareja.
«Mi ex esposa es muy trabajadora, su jornada es muy dura y pesada y además es una excelente mamá, siempre ha cuidado perfectamente de nuestra pequeña. Se hace a cargo del alquiler y las facturas; luz, agua, telefonía, entre otros. Hoy me pidió el favor de comprar un medicamento para nuestra hija y con gusto lo hice de inmediato. También decidí asegurarme de que tuvieran la comida suficiente para estar bien durante las próximas semanas; a pesar de que ya no estemos juntos eso no quiere decir que no me importe, que no me preocupe por ella y que no la pueda ayudar en lo que necesite. Sé que si ella está bien mi hija también lo estará y eso es lo que más feliz y tranquilo me mantiene. Preocuparse y ocuparse solo por los hijos y no por quien te dio la oportunidad de ser padre y te hizo feliz en su momento, es pensar y actuar inmaduramente. Es momento de reflexionar y madurar, asumir las responsabilidades que nos corresponden».
Artículo original, fuente: es.newsner.com
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