Rafael Colón, General en retiro de la infantería de marina y colaborador de Las 2 Orillas, escribió esta semana sobre el valor del ‘Amor Duro’ en la adecuada crianza de sus hijos, y como, la bien intencionada actitud de ‘Darle gusto a los hijos en todo lo que quieran’ puede llegar a ser perjudicial al largo plazo, una actitud que de alguna manera ha trascendido la esfera familiar y con el paso del tiempo ha empezado a trascender hacia lo institucional.
El nivel de ingresos tiene un efecto en ello. Como lo sugieren las estadísticas citadas por The Economist, los padres con mayor nivel de ingreso tienen un mayor acceso a herramientas que ayuden a la crianza de sus hijos con respecto a aquellos que tienen mas dificultades financieras. Sin embargo, a mayores recursos, mayor la posibilidad de convertirse en lo que se conoce como ‘Padres Helicóptero’, aquellos padres que se convierten en una sombra sobre sus hijos y por hacer mas, terminan llenándolos de un tremendo miedo al fracaso. Como lo mencionaba al inicio de esta entrada, esta situación ha venido trascendiendo los confines de las familias y ha ido trascendiendo a lo institucional, como es el caso de la ciudad de Bogotá.
La alcaldía de Gustavo Petro ha tenido como bandera de batalla la inclusión social, proceso que ha llevado a cabo en muchos niveles, siendo uno de ellos el de la atención a la primera infancia. Y, si bien su promesa de campaña con respecto al número de jardines infantiles está lejos de cumplirse, y muy probablemente no se cumpla, la Bogotá Humana, a través de la Secretaría de Integración Social ha aumentado de forma significativa la atención a la primera infancia de la ciudad a través de una red de jardines infantiles los cuales proveen de atención integral a miles de niños entre los 3 y 5 años, una atención, que si bien es absolutamente necesaria, plantea un interrogante que no por inquietante es menos relevante: ¿Se le está quitando acaso la responsabilidad en la crianza de estos niños a sus padres? mas aún, ¿Estamos asistiendo a una generación de niños criados por el gobierno?
Aunque puede parecer una afirmación tremendista, es necesario tomarla en cuenta. Una consecuencia inevitable de estos jardines es que estos niños están siendo expuestos a unos patrones de crianza desarrollados a nivel de una entidad gubernamental, frente a la cual, es necesaria una reflexión por parte de la SDIS y otras entidades relacionadas con el fin de mitigar cualquier percepción de falta de responsabilidad por parte de los padres, la cual, a futuro, podría crear una crisis social de importancia significativa.
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