@japritri

Señor Gaviria,

Por medio de la presente quiero presentar a usted, director reelecto del Partido Liberal Colombiano, mi inconformismo con la labor que ha venido ejecutando como director del Partido en el que milito, del que me siento parte más por ideología que a nivel de organización. Y es precisamente eso lo que más me duele y lo que me mueve a escribirle esta carta, porque no siento que la ideología liberal (del Partido) esté siendo la base de lo que será –seguramente– la fuerza electoral más importante de las próximas elecciones parlamentarias.

Siento que el Partido está siendo manejado por sus intereses personales que muy seguramente se decantarán en su futura y frustrada candidatura a la presidencia en 2018, pero no se le está prestando atención a lo que de verdad piensa y siente el pueblo liberal colombiano y, más bien, se está viendo al Partido como una maquinaria política (politiquera) que se aceita solo para las elecciones aprovechando el auge de las políticas liberales del gobierno de turno. En este sentido se están alistando listas al congreso con personas de muchos votos, pero sin una identidad clara, ideológicamente hablando.

No mal entienda mis palabras, sé que el Partido debe tener siempre la vocación de ser la organización con más representación en el congreso, gobernaciones, asambleas, alcaldías y concejos municipales; pero esto no puede, en ningún momento, sacrificar la ideología y el pensamiento de quienes somos liberales por los principios que esto supone, es decir, la base del Partido, los que intentamos saber el significado del himno más que aprendérnoslo y recitarlo. Los que promulgamos la tolerancia, la inclusión social de grupos marginados, la lucha en favor del medio ambiente con criterio empresarial, la igualdad, la transparencia y la lucha contra la corrupción, la generación de las oportunidades a las personas menos favorecidas, etcétera.

Por esto, es que aunque todos en el Partido piensen que el triunfo en estas elecciones parlamentarias va a generar un nuevo auge del mismo –o como usted lo dijo en Cartagena, una cuarta República Liberal–, este éxito no tendrá más trasfondo que el electoral, el cual es tan efímero que se diluirá una vez el Partido deje de ser un partido gobiernista, por eso mismo, si nada extraordinario ocurre, en 2018 habrá otra diáspora dentro del Partido y todos aquellos barones electorales sin ideología se irán con el gobierno de turno, como ya pasó en el 2002, cuando quienes eran congresistas liberales pasaron a ser congresistas de un gobierno derechista y opositor a cualquier ideal del Partido.

Esto volverá a pasar en el 2018 y como vamos nos quedaremos sin congresistas, lo cual no debería ser problema si tenemos una base política fuerte, bien formada en ideología sumada a una masa de personas que se sientan identificadas con las propuestas liberales, las de las reivindicaciones sociales, la llamada base popular. Pero esto no está pasando, no tenemos una base política y popular identificada con la ideología del Partido y eso, señor Gaviria depende en gran parte de usted, de usted que cada vez que sale en medios dice que el Partido será la fuerza electoral más importante de las elecciones, pero no habla de lo que significa ser liberal y por qué la gente debería votar por la L y no por otra letra o símbolo, no le dice a los colombianos por qué los liberales deberíamos ser mayoría en el país, más allá de votar por nosotros en las próximas elecciones.

Aunque esta misiva intenta ser una crítica pura y dura de lo que usted viene haciendo, también es un intento de que recapacite e implemente las medidas necesarias y pertinentes para que en los tiempos difíciles sean millones los que nos sigan acompañando en la oposición, así como lo hicimos durante ocho años de gobierno Uribe, que seamos más los que lloremos la pérdida de una elección presidencial como lo hicimos en casi extinción del Partido en las presidenciales de 2010, o como cuando acompañamos a David Luna en el fracaso electoral de la alcaldía de Bogotá en 2011.

Señor Gaviria, algún día creí que su llegada a la dirección del Partido era lo mejor que nos podía pasar, por eso lo aclamé en la Constituyente de 2011, sin embargo hoy creo que su dirección nos va a llevar a una nueva crisis, por eso en su reciente reelección fui uno de los que se quedó sentado en el momento de su segunda aclamación. Señor Gaviria, confío en que tome las mejores decisiones de ahora en adelante, no solo por sus futuras aspiraciones, sino por el Partido y por la política colombiana.

Atentamente,

Javier Prieto

Militante; convencionista nacional, asambleísta de juventudes y distrital del Partido Liberal por Bogotá.

Posdata. Por favor, no vuelva a decir en ninguna convención del Partido esa frase denigrante que usted repite a diestra y siniestra, frase que dice algo así como: No puede haber convención del Partido Liberal sin un poco de conspiración.