Por: Cristhian Ayala

El actual proceso de paz entre las FARC-EP y el Gobierno Nacional empieza a vislumbrar un debate que es central para la posibilidad de un acuerdo entre las partes del conflicto, el debate de las Victimas que ya empieza a suscitar discusiones polarizadas por parte de algunos sectores que piensan aprovechar la temática para sacar réditos a favor de sus intereses y poner en duda la importancia de los diálogos que se están llevando en La Habana.

Nadie puede desconocer lo que ha significado la guerra para Colombia, muertes, masacres, desapariciones, desplazamiento forzado, entre muchas otras maldiciones que están de la mano del conflicto, hay responsabilidad de los actores armados, pero hay también una responsabilidad política importante de parte del estado, quien constitucionalmente es quien debe velar por la integridad de todos los ciudadanos.

La Verdad, Reparación y reconciliación son tres ejes fundamentales en la discusión  sobre las víctimas,  no se puede abordar el tema sin saber con veracidad lo que ha pasado en más de 50 años de violencia en el país, la verdad no es un tema que pueda dar espera hasta el final de la confrontación armada, debe ser esta más bien un mecanismo para darle fin a la guerra e iniciar un ejercicio de reconocimiento de las víctimas por todas las partes que estuvieron inmersas en la problemática, propuestas como la instalación de una comisión de la verdad inmediatamente se inicie la discusión sobre el punto, permitirá la reconstrucción de la memoria histórica en Colombia y la seriedad a la hora de superar el conflicto.

Se debe empezar a pensar cómo será la política de reparación de las víctimas del conflicto colombiano, donde son importantes las indemnizaciones de tipo material y personal, restitución de tierras, tratamientos psicológicos, reconocimiento de los victimarios, entre muchas otras cosas trazaran los caminos hacia el importante aspecto de la reconciliación.

La reconciliación se debe dar en el marco de una apertura democrática con garantías para la participación y la promoción de los derechos civiles, se debe apoyar de mecanismos de justicia transicional que ayude a afrontar el escenario de posguerra, aquí cuestiones como la posibilidad de una amnistía para los miembros de la insurgencia se debe contemplar para alcanzar la paz y la reconciliación democrática.

Desgraciadamente la guerra en Colombia ha develado toda una serie de incidentes que la población ha tenido que padecer, hoy cuando se vislumbra la posibilidad de una acuerdo para la terminación del conflicto, se debe hacer un fuerte énfasis en reconciliar a todo el país, sentarnos a mirar lo sucedido y estrechar nuestras manos hacia la posibilidad de una paz democrática, mientras sectores ultraderechistas sigan usando un discurso guerrerista frente al tema de las víctimas, y la sociedad lo interiorice, correremos el riesgo de aumentar las cifras a otros 50 años de penurias para nuestro país.

T.@CristhianUN