Por: Victoria Carrillo

El transporte público siempre ha dado de que hablar, y es que es obvio que todos estamos cansados de los robos, abusos, tarifas, inseguridad e infinidad de factores que ya todos conocemos, los cuales debemos enfrentar día a día, siendo la muestra del pésimo servicio de transporte que nos brinda la Bogotá Humana. Usar transporte público es la peor parte del día, pero lastimosamente es la única alternativa para los que no tenemos otro medio. Luchar por ingresar a un articulado, lograr entrar, aguantar un montón de personas al lado, donde ya no se puede ni respirar, aguantar olores y además generar la ocasión perfecta para que los ladrones hagan de las suyas es la odisea que vivimos gran parte de los bogotanos.

¿Soluciones, alternativas, medidas? Prometen generar cambios, pero siempre termina en lo mismo el sistema integrado de transporte público ¿de qué nos sirve denunciar los abusos que se cometen allí? Al fin y al cabo si el ladrón no tiene antecedentes queda en libertad a la hora. TransMilenio se puede partir en dos, generar accidentes y cantidad de problemas y no pasa nada, seguirá siendo el peor servicio de transporte que no brinda soluciones y medidas inteligentes a sus usuarios

Es claro que se exponen medidas y propuestas pero que son inútiles, machistas y/o feministas. (Menos el video llamado ¿Por qué no funciona TransMilenio?) Sus medidas son tan bobas y poco creativas que ahora un hombre tendría que ceder el puesto obligatoriamente a una mujer. Nosotras las mujeres no somos el sexo débil, ¡por favor quítense esa idea de la cabeza! Un hombre también trabaja durante todo el día, se cansa y quisiera sentarse después de una larga jornada laboral. ¿Y si el que debe cederle el puesto a una mujer es su abuelito? Ceder el puesto debería ser un acto de total amabilidad y caballerosidad (algo que muy pocos hombres poseen), es más, ni siquiera debería existir la silla azul, pues por simple lógica se sabe quién necesita un puesto urgentemente, un anciano, una mujer embarazada o con niño en brazos, es algo tan obvio.

Todos pagamos por un “buen servicio” tenemos los mismos derechos, y lo ideal sería ser beneficiarios, que no excluya y que al contrario brinde lo mismo para cada uno de sus usuario sin importar que sea hombre o mujer.

@Victoriacg27