“Si la democracia es el gobierno de las mayorías, ¿cómo es posible que las mayorías estén desprotegidas y se encuentren en la pobreza o en la miseria?”
Carlos Gaviria Díaz.
Nos creemos civilizados, pero tan solo somos el reflejo del bárbaro animal primate que aún no ha evolucionado, basta con mirar a los líderes de instituciones como los honorables magistrados de la Corte Suprema encargados de impartir “justicia” en este país, y lo más justo sería que les dieran lecciones de ecuanimidad, equidad, honradez y demás adjetivos a la ciudadanía, sin embargo, aquí pasa todo lo contrario, todo se queda en exhaustivas investigaciones, en el caso del magistrado Jorge Pretelt se investigará: si es cierto que pedía $500 millones de pesos para influir en el fallo de una tutela?, amanecerá y veremos dijo el ciego…, y amaneció y no vio ni un…
Otro cuasiprimate que ahora anda por las calles pidiendo votos es el señor Rafael Pardo, que al preguntársele sobre el destino de la plaza de Toros, responde, “que lo arregle Petro, la Corte ya habló niña”, ¿se referirá a la misma Corte que pide dinero para influir en los fallos?, o por el contrario, ¿buscará el candidato Pardo alianza con Petro?, ya el partido de la U confirmó su coalición a éste candidato, y seguramente los miembros de estos partidos como borregos irán a las urnas y votarán por este antropoide, pero en estos tiempos cualquier animal de otra especie es más brillante y civilizado para conducir los destinos de nuestra ciudad, incluso Bacatá.
Quedé desconcertado cuando leí la propuesta de una mensajera paloma que decía: “propongo un referendo para que el departamento del Cauca se divida en dos. Un departamento indígena y otro para los mestizos”, su brillantez no tiene límite, pero ¿qué nos pasa senadora?, Hagamos memoria, fueron esos mestizos que querían imitar a los señores feudales quienes ayudaron a desplazar a los indígenas de sus territorios a la fuerza, por fidelidad con nuestra especie y si existiera algo de “justicia” en nuestro país, lo más razonable sería que le devolviéramos a ellos sus tierras, que por legado les pertenecen, serían más productivas. Porque la administración que “los mestizos de bien” le han dado es concentrar las tierras en unos pocos, y crear muros que dividan a la sociedad, para que la desgracia quede de un solo lado.
Hace unos días me interrumpió mi transitar un agente de policía pidiéndome mis documentos, me preguntó si tenía algún antecedente, yo le respondí que no, pero incrédulo a mis palabras, que es lo natural, pidió mis antecedentes por radio, a lo que respondieron “sacudido”, luego él me devolvió mis documentos y yo continué mi camino y pensé, que bueno sería que uno de estos policías se hiciera a la entrada de la Corte Suprema de Justicia a pedir antecedentes, ¿aparecería la acumulación de tierras de baldíos del honorable magistrado Pretelt?, como es lo normal todo se negocia y enajena incluso la conciencia, entonces desde la Central dirían “sacudido”.
Somos una sociedad de cartón, debe ser porque nuestra democracia es una meretriz frágil, parada en la esquina del mercado, donde el que juzga es el mismo que compra y castiga, donde se están amoldando individuos superficiales para que se conviertan en unas máquinas de producir y consumir cosas, hábiles para el engaño y no en sujetos de un Estado conscientes de derechos y deberes, seguimos viviendo en un mundo feudal y monárquico al continuar comportándonos como unos súbditos y no como unos ciudadanos.