El recién posesionado Presidente de la estatal Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry en diálogo con Maria Isabel Rueda, para el Diario el Tiempo, afirmó que nuestro país, no podía darse el “lujo de no hacer fracking”. Un método prohibido en varios países, que el gobierno insiste en usar a pesar de las graves consecuencias ambientales que puede traer esta tecnología de extracción petrolera.
Para muchos el fracking es un terminó aún desconocido, que suena a algo que no es de estas tierras. Ésta es una de técnica usada por compañías energéticas o petroleras, que a través de fracturación hidráulica, permite mayor extracción de petróleo o gas que se encuentran en el subsuelo, debajo de la capa superficial de la tierra. Que comenzó a usarse en los años 60 especialmente en los Estados Unidos.
El fracking permite una extracción mayor de petróleo o gas, hasta en un 60% adicional, a diferencia de los métodos convencionales. Con perforaciones hasta de 2.500 metros de profundidad, el uso de explosivos y miles de litros de agua con arena.
Para este método de extracción se requieren entre 9 mil y 29 mil metros cúbicos de agua para las operaciones de un solo pozo, es decir entre 9 millones a 29 millones de litros. Una cantidad bastante alta. Con ese número de litros del liquido preciado se podría abastecer el consumo de un día, de por lo menos 322 mil habitantes. Un equivalente a los habitantes de la localidad de Usme en Bogotá.
Para producir un barril de petróleo mediante el fracking, se requieren en promedio 250 litros de agua. Litros que son mezclados con químicos y tóxicos para extraer el petróleo y gas. Entre un 15% y un 80% del fluido o coctel de agua y químicos que se inyectan al subsuelo para la generar fractura, vuelve a la superficie como agua de retorno, y el resto se queda bajo tierra. Lo que provoca contaminación de lagunas, ríos y acuíferos.
En muchas de las ocasiones la fractura del subsuelo, generada por este método, provoca que los acuíferos o pozos naturales de agua (que se encuentran debajo del suelo), se sequen al ser absorbidos por los movimientos de la tierra, generados por los explosiones que se usan en el fracking. Convirtiendo los terrenos y campos aledaños a los sitios de exploración, en terrenos infértiles y poco productivos para la agricultura.
Al fracking no sólo se la ha atribuido la contaminación del agua, el recrudecimiento de las temporadas de sequía, sino que también es el detonante para la generación de terremotos o movimientos telúricos. Ya que el subsuelo, al quedar fracturado por el uso de explosivos, puede ocasionar un mayor impacto con el movimiento normal de las capas tectónicas de la tierra.
En Colombia este método de extracción se ha usado desde 2008 en los en los pozos de Guando, Cusiana, Cupiagua y San Francisco. Cusiana y Cupiagua quedan en Casanare, un departamento que recientemente afronto una fuerte sequía por la temporada de verano que normalmente azota esta región del país. Pero la pasada temporada de sequía fue una de las más fuertes, que jamás se hallan registrado. El año pasado murieron aproximadamente 50 mil animales entre chigüiros, venados, zorros, peces, tortugas, reptiles y ganado vacuno.
Para la época el Ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, dijo que “es precipitado atribuirles a las petroleras la sequía en ese departamento”. Pero algunos de los pobladores han señalado que la explotación petrolera es una de las causantes de los daños del agua en la región. De eso hay un antecedente. En mayo del 2013, cuando Casanare estaba en una situación similar a la del año pasado, habitantes de San Luis y Trinidad, municipios al norte del departamento, denunciaron para el medio local Prensa Llanera que la explotación del crudo contaminaba el agua y que las explosiones dentro de la tierra (provocadas por el Facking) para buscar petróleo creaban grietas por las que se va el agua represada en los pozos naturales. Pozos que son usados por los animales de la región, para beber y soportar la temporada de verano extenso.
En Texas, Estados Unidos, uno de los pioneros en esta tecnología, ya se pueden ver las consecuencias del uso del fracking. En 2013 también paso una larga temporada de sequía, que venía desde el año 2010. El esta técnica y cambio climático, también fue una desastrosa combinación para esa región. En el mencionado estado, treinta comunidades se quedaron sin agua. Según datos de la Comisión de Texas sobre Calidad Ambiental. Casi 15 millones de personas tuvieron que que racionar el agua, sin poder regar los jardines o llenar las piscinas.
Por todas las consecuencias ya existe una larga lista de países que le han dicho no al Fracking. Francia, Bulgaria, Alemania, Reino Unido, República Checa, España, Suiza, Austria, Italia, Irlanda del Norte y Sudáfrica han prohibido el uso de este método para la explotación de petróleo o gas en sus territorios.
Aún en Colombia no existe una normatividad que regule el uso de esta práctica petrolera. Lo que se busca con la masificación de su uso, es generar mayor producción de petróleo y mayores recursos para sostener el gasto publico, es lo que ha expresado el gobierno.
¿Pero el país si se puede dar el lujo de seguir destruyendo la naturaleza, por unos dólares adicionales? Decir que es un “lujo”, no implementar una práctica que ha evidenciado problemas ambientales en otras regiones del mundo, suena un poco irresponsable por parte del nuevo Presidente de Ecopetrol. ¿Hasta cuándo vamos a seguir poniendo en peligro nuestro medio ambiente por generar más recursos?
Muchos de los recursos, generados por explotación petrolera, han sido las regalías, dineros que en varias regiones del país, y en su gran mayoría, han sido devorados por la corrupción y el clientelismo de los gobiernos locales. Lo que pone en entredicho que los recursos adicionales conseguidos por la extracción de petrolera beneficia al grueso de la población, y uno de los argumentos del gobierno y de Juan Carlos Echeverry, para decir que es “lujo” decirle no al fraking.