Todo bogotano que haya visitado una ciudad donde el transporte público funcione durante la noche, ha soñado con regresar a Bogotá, la ciudad donde vive, trabaja o estudia, para encontrarla funcionando las 24 horas, con múltiples alternativas de transporte acompañadas de seguridad. Pues, para nadie es un secreto que la noche capitalina es demasiado costosa gracias a la escasa oferta de transporte después de las 11 p.m., dado que las alternativas de movilidad en Bogotá a partir de esta hora, se reducen exclusivamente para quienes tienen carro particular o pueden pagar taxi.
Entendiendo la movilidad como aquel tema macro e integral que involucra desde la malla vial hasta el parque automotor de una ciudad, que tiene como fin último el desplazamiento de los ciudadanos, resulta inevitable analizar el papel del transporte público. Por tal motivo, desde este espacio se está planteando la alternativa de contar con un servicio de Transmilenio durante toda la noche, pensando en la generación de empleos, la ampliación de la oferta educativa e incentivar el turismo. La propuesta, busca satisfacer las demandas y necesidades de aquellas personas que tienen jornadas laborales que superan las 11 de la noche, como meseros, guardias de seguridad, enfermeras y asesores de call centers, entre otros. Así como también en aquellos estudiantes del SENA o de universidades ya sea públicas o privadas, con jornada nocturna.
Promuevo y aliento a quienes proponen Transmilenio 24 horas, dado que Bogotá es una ciudad con 8 millones de habitantes que cuenta con un transporte masivo donde diariamente se movilizan 2 millones y medio de personas, cuenta con 12 troncales, 144 estaciones y 112 rutas diferentes, pero dicho sistema, deja de ser un servicio a las 11 pm, hora en la que suspenden operaciones, paralizando la ciudad por 6 horas, pues hasta la 5 am abren nuevamente. ¿Acaso quienes trabajan, se educan o se enferman después de las 11 de la noche no cuentan?
La oferta cultural durante la noche en la capital se reduce a bares, toda vez que los cines, teatros y distintos escenarios de esparcimiento dejan de funcionar a la misma hora que Transmilenio porque al reducirse la oferta en el transporte, automáticamente se reduce la demanda de recreación, afectando a la economía, la industria y el desarrollo.
Evidentemente, poner a funcionar Transmilenio durante toda la noche, es una apuesta que implica algunos retos lo cuales deben ser asumidos, porque si la ciudad se mueve de noche, el Distrito también debe funcionar. La formulación del servicio de Transmilenio 24 horas que planteo, obedece a un análisis financiero, teniendo en cuenta las variables de frecuencia, demanda e infraestructura.
Presupuesto de Transmilenio
Con base en el informe financiero de Transmilenio S.A., anualmente la empresa recibe un presupuesto de rentas, ingresos, gastos e inversiones, el cual es aprobado para cada vigencia fiscal, es decir, desde el primero de enero hasta el 31 de diciembre de determinado año. Dicho esto, vale la pena mencionar que desde el año 2013 hasta el año 2015, el presupuesto aprobado por el CONFIS Distrital a Transmilenio, aumentó en más de 2 billones de pesos, puesto que los recursos de la empresa pasaron de estar en 2 billones 91 mil millones en 2013, a 4 billones 347 mil millones en el año 2015. Pero lo que realmente sorprende y preocupa, es que aún cuando el presupuesto general aumento, el rubro destinado a horas extras, dominicales, festivos y recargos nocturnos, disminuyó, pues se presento una reducción de mil millones para estos gastos, pese a que los recursos totales para inversión aumentaron en un 100%. Por tanto, el factor financiero no es un impedimento para Transmilenio las 24 horas, es cuestión de priorizar los rubros. (Aquí podrá constatar la información y datos presentados)
Frecuencia y funcionamiento
De los 2 millones y medios de usuarios de Transmilenio durante el día, según algunos detractores, solo 50.000 pasajeros usarían el sistema durante la noche, es decir un 2%. Cifra que no solo busca minimizar la necesidad de tener a Bogotá funcionando las 24 horas, sino que también se contrapone e ignora los datos arrojados por Asobares tras los ejercicios de “Bogotá despierta”, donde se han generado ventas por encima de 516.000 millones de pesos, creando alrededor de 30.753 nuevos empleos de esta actividad económica, los cuales aumentarían exponencialmente la demanda del servicio de transporte durante la noche, haciendo rentable un servicio 24 horas.
Si bien el costo de operación por hora en Transmilenio, es de 110 millones de pesos durante el día, para la noche, como la frecuencia sería menor y la infraestructura del sistema no se emplearía completamente, dichos costos se reducirían y con eso, no solo nos alejamos del populismo, sino de sus derivaciones y un déficit presupuestal. En consecuencia, la propuesta de funcionamiento es la siguiente:
En Transmilenio y el sistema integrado de transporte en general, existen 5 tipos de buses entre los que se encuentran articulados, biarticulados, híbridos, buses zonales y alimentadores. Sumado a 5 diseños de estaciones diferentes, las cuales corresponden a portales, estaciones intermedias, de transferencia, sencillas y sin intercambio. Razón para contemplar un servicio las 24 horas, donde los buses que operen desde las 12 de la noche, hasta la 4 cuatro de la mañana sean aquellos buses híbridos (buses pequeños) como rutas fáciles, es decir, que paran en todas las estaciones, pero como lo ideal es implementar la medida de forma progresiva para garantizar calidad y seguridad, no todas las estaciones estarían abiertas, sino una gran mayoría donde la afluencia de público amerite el esfuerzo. De tal manera que se estaría planteando una especie de buses búho que pasen cada 30 minutos, al mejor estilo de las grandes ciudades, que se equiparan con la economía y número de habitantes de Bogotá. Adicionalmente, para tener un mejor control del sistema y brindar seguridad, las estaciones no se abrirían completamente sino solo 1 vagón por estación, como sucede los domingos o festivos, puesto que no se requiere de toda la infraestructura sino de un porcentaje de ella, con eso para los funcionarios de Transmilenio, para los guardias de seguridad y para la policía, sería más fácil la vigilancia y el orden.
En definitiva, la exigencia de un servicio de Transmilenio las 24 horas, obedece a las demandas de la ciudadanía para facilitar la educación nocturna, el trabajo nocturno, el turismo y por supuesto que se pueda atender cualquier emergencia de salud durante la noche. Lo anterior, teniendo como basE la generación de unos Clusters productivos en la industria del turismo, la educación y la salud, así como en la prestación de servicios con un sector potencial, los call centers que trabajan con horarios de España o Estados Unidos y necesariamente funcionan con jornadas nocturnas.
En consecuencia, Transmilenio 24 horas, sería solo un eslabón de toda la cadena productiva que propiciaría un desarrollo económico e industrial en diferentes sectores de la economía bogotana y debe ser visto como un proyecto de inversión, toda vez que los proyectos de inversión son una herramienta de gestión que permite orientar los recursos disponibles hacia el cumplimiento de compromisos y responsabilidades del plan de desarrollo vigente en la ciudad. En otras palabras, solo hace falta la voluntad política para ejecutarlo.