Por: Juan Camilo Parra

Compromiso Ciudadano ha sido todo, pero a la vez nada. Muchos se han referido a él como una forma de gobernar y ese ha sido justamente su problema; el movimiento se ha dedicado a gobernar -lo ha hecho bien-, pero nunca ha logrado conformarse como un verdadero movimiento. Ese justamente es el objetivo que se planteó en un evento realizado el sábado 20 de febrero en Medellín, donde asistieron líderes de esa vertiente política, como Alonso Salazar, Federico Restrepo, Mauricio Pérez, Santiago Londoño y Sergio Fajardo.

Si compromiso quiere enmendar los errores del pasado, tendrá que aceptar que no se está reagrupando -netamente- para las elecciones presidenciales del 2018, donde seguramente su candidato será Sergio Fajardo, sino que tendrá que establecer un movimiento o partido que logre afianzarse en el poder, pero dialogar con la ciudadanía y las bases del movimiento. Empero, está claro que la reunificación también es producto de que la antítesis del Fajardismo está en la gobernación, por tanto se necesitarán muchos ojos sobre esta institución. Reunirse sólo para las elecciones fue lo que le permitió inicialmente mantenerse en el poder, pero también lo que hizo que Federico Restrepo y Alonso Salazar perdieran la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín.

El concepto de pluralismo tendrá que ser central, más allá del discurso, no llevado a la práctica, que siempre ha existido sobre él. Pues, Compromiso Ciudadano tiene que tener unas líneas comunes, pero también sectores internos claramente diferenciados entre ellos; para que a través de mecanismos de democracia interna se puedan llevar a cabo las decisiones y no se continúe fragmentando. En virtud de ello, ¿cómo irá a afrontar el renaciente movimiento una eventual fusión con Creemos?

Todo empieza a moverse y reorganizarse para las elecciones presidenciales del 2018. La Unidad Nacional se terminó, el tiempo para el cual estaba planteada ha llegado a su límite; así, se empieza a formar la Unidad por la Paz, donde los conservadores podrán aliarse con los liberales y la U; Vargas Lleras y Cambio Radical están cada vez más fortalecidos con los resultados de las elecciones locales y el presupuesto en infraestructura; la izquierda se está intentando unificar para presentar un candidato único, luego de haber perdido la Alcaldía de Bogotá; el Centro Democrático ya tuvo roces internos que desvirtúan la posibilidad de una segunda candidatura de Óscar Iván Zuluaga. ¿En este panorama cómo encajaría Compromiso Ciudadano?

La jugada de Sergio Fajardo será por la paz y su materialización en el territorio, claramente no representará la mano firme con el proceso de paz que los sectores conservadores buscan; sin embargo, tampoco ha sido cercano a la izquierda. La Centro-Derecha de Compromiso puede ser un obstáculo o una oportunidad para llegar a la presidencia. En este sentido, el partido de centro izquierda Alianza Verde -aval de la gobernación de Fajardo y su alianza con Mockus, podría volver a ser su plataforma. No obstante, las relaciones entre estos dos últimos están más que resquebrajadas. ¿Habrá una nueva recolecta de firmas a nivel nacional para revivir a Compromiso Ciudadano o una coalición de los tradicionalmente cercanos ASI y Alianza Verde con el movimiento?

En definitiva, el 2016 será un año en el que Compromiso Ciudadano empezará a articularse nuevamente, acercándose a sus aliados políticos y estableciendo “quiénes son los suyos”. La paz será una determinante en este proceso durante este año y el 2017, pero ¿cómo se diferenciará del candidato de la Unidad por la Paz? o ¿habrá alianza? El 2018 será definitivo para el movimiento, se habla de que será ahora o nunca.

Twitter: @PJuancamilo