Por: José David Castellanos

Al posesionarse como Alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa asumió un reto monumental: reconectar a la ciudadanía con la administración distrital. Reto no menor, hoy cuando la credibilidad en las instituciones y la confianza en el futuro de la ciudad están en sus niveles más bajos.

Recuperar esa confianza pasa por volcarse a las localidades; Bogotá requiere de un gobierno con presencia en el territorio, que dialogue con los ciudadanos y sobre todo que muestre resultados. Nuestro alcalde tiene fama de “hacedor” pero en este reto necesita de coequiperos eficaces y capacitados que lleven a cabo la tarea que corresponde en cada una de las localidades.

Desde hace algunos meses, inició el proceso de elección de los 20 Alcaldes Locales, en donde 3.224 ciudadanos atendieron la convocatoria para participar, más de 320 aprobaron el examen y presentaron ante las Juntas Administradoras Locales (JAL) su Plan Estratégico local, para que estas seleccionaran los tres mejores perfiles que enviaron como terna al Alcalde Mayor, y entre ellos elija al nuevo Alcalde local por los próximos 4 años.

Esta elección no es un asunto menor, sobre todo porque actualmente existen serias dudas sobre la gestión de los alcaldes locales y sobre la legalidad de muchos de sus actos: 5 exalcaldes locales están siendo investigados, varios han sido declarados insubsistentes por malos manejos y muchos son reconocidos por su mala gestión y absoluta desconexión con la ciudadanía.

En mi condición de concejal, decidí indagar sobre los perfiles de TODOS los candidatos ternados en cada una de las localidades, mi intención era brindar elementos de juicio necesarios para escoger los mejores Alcaldes Locales, por sus capacidades y su experiencia.

Durante 8 años como edil de Teusaquillo, experimenté de primera mano las dificultades para escoger a los mejores en las alcaldías locales. Hace cuatro años, con mi voto logramos ternar a un candidato que tenía todas las credenciales profesionales y técnicas para asumir el cargo. El entonces alcalde, eligió a otro candidato, con poca experiencia en lo público y casi inexistentes credenciales académicas. Los resultados hoy son evidentes, el trabajo del saliente alcalde local de Teusaquillo dejó mucho que desear.

El proceso de selección de los alcaldes locales está andando y debe culminar en la elección de los mejores, pero hay que pensar en mecanismos que modernicen los gobiernos locales, para que su gestión sea más cercana a los ciudadanos.

En el marco de este proceso, se presentó la devolución de las ternas en: Antonio Nariño, Usme, Chapinero y Candelaria, espero que las JAL que deben conformar de nuevo las ternas tengan en cuenta nombres muy destacados que ya habían sido designados. La única mujer ternada en Chapinero es Carolina Alfonso Villareal, cuenta con todas las capacidades y el perfil adecuado para participar en este proceso, ha trabajado años en lo público y cuenta con dos especializaciones en Derecho Ambiental y Administrativo. Lo mismo sucede con Manuel Calderón, en la localidad de la Candelaria. Sería una lástima que las JAL en este proceso de revisión descartaran tan buenos perfiles ya elegidos. Todas las ternas tienen nombres valiosos, de personas con experiencia y compromiso por lo público. Urge que este sea el criterio principal de esta elección.

La elección de los alcaldes locales, será esencial para el futuro de Bogotá y sobre todo para el bienestar de nuestros ciudadanos. Hagámoslo bien, para Bogotá necesitamos los mejores alcaldes locales.

Twitter.@JDCastellanosO