Ante las recientes presiones que usted, señor alcalde, ha recibido para hacer público su voto le recomiendo abstenerse de entrar al debate. En este caso, es mejor enfocarse a administrar una ciudad tan compleja como Medellín; en vez de hacerle campaña al SÍ o al NO. ¡Yo voté por un alcalde para que gerenciara mi ciudad, no para que liderara una campaña en el plebiscito!
Federico, usted no tiene que publicar su voto. Los ciudadanos legítimamente pueden pedirlo, pueden reclamarle expresarse. Sin embargo, que la respuesta sea clara y fuerte: ¡No cuento mi voto! Permitir que su influencia política sea manipulada, tanto para el SÍ, como para el NO, es distraerlo de lo verdaderamente importante: gobernar una ciudad. Así que, absténgase de opinar sobre el plebiscito. Usted, como funcionario tiene una misión superior que la de hacer campañas mientras gobierna.
Medellín es una ciudad profundamente dividida por el proceso de paz. La polarización ha llegado a un punto tal que las confrontaciones verbales entre los del SÍ y los del NO son el pan de cada día. Usted, como alcalde, no puede sucumbir a fomentar que las campañas sigan siendo de presión. ¡Acá las campañas deben ser con pedagogía, amor y esperanza! ¿Acaso la paz se construye presionando y obligando al otro a debatir y a hacer públicas sus opiniones?
El posconflicto será un momento trascendental en la ciudad y requiere una planeación milimétrica. En virtud de ello prefiero al alcalde pensando en los grandes retos que se nos vienen, que debatiendo sobre si es mejor votar por el sí o por el no. ¿qué planes tendremos para los desmovilizados que lleguen a la ciudad? ¿cómo fomentar la reconciliación y evitar nuevos brotes de violencia?
Sí, Medellín cuenta con usted. Yo cuento con que no haga público su voto. ¡Federico, dedíquese a gerenciar mi ciudad! Los retos de Medellín necesitan un alcalde atento a sus problemáticas, no envuelto en debates sobre si vota por el no o por el sí. Esa, es su posición personal y privada, la cual, no me interesa. Me preocupa más, que la agenda del posconflicto llegue a Medellín y no sucumbamos ante los retos que vendrán.