Por. Jennifer Gallón Martínez.

Los resultados inesperados del Plebiscito votado por los colombianos el pasado 2 de octubre, demostraron una dinámica inesperada de reacciones y hechos, que van camino de una posición mayoritaria nueva sobre los Acuerdos de La Habana y una oportunidad de unión nacional frente a una incluyente y real construcción de paz, al margen de exclusiones y sectarismos.

El ex ministro de Ambiente y ex Alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl, dijo en un reciente foro en la Escuela de Estudios de Derecho de la Universidad del Rosario que “hay que respetar el No, debemos unirnos por un Pacto Nacional por la Paz, y no se justifica ni se debe promover ningún tipo de violencia en nombre de la paz”. Un mensaje claro, siguiente al diálogo entre el Gobierno Nacional y los promotores principales de la opción ganadora del No, en el pasado 2 de octubre, son claras señales de que dicho resultado es favorable a una legitima reconciliación nacional y no a una destrucción radical del texto original de los Acuerdos de La Habana.

Podemos afirmar sin equivocaciones que el No es el nuevo Sí. De otra manera, ambas expresiones democráticas del pueblo colombiano, no se hubiesen podido reconciliar.

Los Gobiernos y diplomáticos desde Estados Unidos –que sale a defender el resultado del No a través de John Kerry-, hasta Rusia y España, hacen constar que se respete el resultado electoral y que Colombia debe seguir con la reconciliación y caminos alternativos a una paz con garantías para todos.

Para concluir, hago votos porque más allá de los cambios de directivos de los partidos políticos, de que los expresidentes se reúnan con el Gobierno, que le den un Nobel al Presidente o a quien sea en una guerra de egos, ahora sí TODOS los colombianos podemos hacer una verdadera construcción de paz, porque es con nosotros los colombianos, que se debe planificar y realizar la toma de decisiones de transcendencia para nuestro futuro.

Twitter. @JenniferGallonM