Por: Laura Amaya Meneses

Desde aquel 11 de Marzo de 1990, cuando se cola una papeleta más en las elecciones de Senado, Cámara de Representantes, Asambleas Departamentales, Juntas Administradoras Locales y Consejos Municipales, llamada así por el nombre del movimiento estudiantil que la propuso, “Séptima Papeleta”, no se ha visto un llamado de tal magnitud auspiciado desde los jóvenes hacia todo el país. El sector estudiantil ha tenido una gran deuda con Colombia, nos encontramos en números rojos.

La séptima papeleta buscaba dar a lugar una asamblea nacional constituyente, puesto que para el marco histórico que atravesaba el país, está pintaba como la mejor opción. Los jóvenes fueron capaces de entender la coyuntura y manifestar soluciones, evitando así el conformismo y la apatía política. Con lo anterior no quiero sugerir que el sector estudiantil deba revivir una nueva constituyente, por el contrario en la actualidad el país pide a gritos un nuevo llamado estudiantil.

Es por esto que el Pacto Juvenil por la Paz es de las mejores manifestaciones que el sector está proponiendo. Este grupo de jóvenes de diferentes partidos políticos, organizaciones sociales y minorías se tomaron el Congreso de la República el día 9 de Noviembre para mostrar su rechazo a la acentuada polarización que el país ha sufrido a causa de nuestros dirigentes actuales, los medios de comunicación y el proceso de paz que se adelanta con las FARC-EP.

A lo largo del mes de octubre y noviembre se realizaron constantes reuniones, en las sedes de diferentes partidos políticos. Las primeras de estas fueron de las más complicadas, pues agrupar en un mismo recinto a tan diversas ideologías y pensamientos para llegar a un consenso de pacto no fue tarea fácil. Sin embargo los jóvenes asistentes nunca perdimos la meta, lograr enviar al país un mensaje de reconciliación que entre nosotros mismos seguimos construyendo para así dar lugar a una paz estable y duradera.

Los jóvenes nos cansamos de la cultura de la guerra en la cual ha estado sumergida nuestra nación por tantas décadas y empezamos a hacer algo al respecto. También queremos contribuir a resarcir los errores de nuestros antepasados y lograr unificar al pueblo colombiano en una sola voz, esta es nuestra meta. Porque la paz va más allá de una firma en un documento o de la decisión de un parlamento, es la construcción progresiva en conjunto de todos los colombianos. Por esto, esta iniciativa no tiene precedentes y busca constantemente a los jóvenes que se sientan de la misma manera para que se unan a este Pacto Juvenil por La Paz.

Twitter: @Lau_amaya28