Por: Daniel Rojas Medellín 

Las condiciones están dadas para que la ciudadanía bogotana, inconforme con un alcalde que gobierna en contra del interés general, use por primera vez el poder destituyente que le otorga la constitución para cambiar lo que considera marcha mal en su ciudad, de paso sirve para enviar un mensaje contundente a la clase política tradicional que históricamente ha vulnerado su bienestar gobernando para favorecer intereses particulares, le daría a la sociedad colombiana la posibilidad de reprender a quienes han hecho de la política un instrumento de injusticia y degradación

La destitución al alcalde Peñalosa se configuraría en punto de partida para cambiar nuestra triste historia, sería un garrotazo lapidario a la indiferencia ciudadana, la gente podría corroborar al poder ciudadano que, desde ya, como un gigante que siempre estuvo dormido empieza a cobrar vida a partir de la indignación. Un alcalde que sube tarifas, privatiza las utilidades de los bogotanos a través de sus empresas públicas, atenta contra el medio ambiente, desprecia a los pobres y favorece a la clase política que lo ayudó a elegir, agudiza en Bogotá la terrible crisis que sufre el país entero.

Una crisis es la dolorosa oportunidad para mejorar y mejorar implica cambiar lo que funciona mal, la gente en su inmensa sabiduría lo sabe, la rosca que nos trajo a esta crisis – y a la cual pertenece Peñalosa- sabe que es la gente del común la que empieza a indignarse, por eso teme y como principal antídoto para deslegitimar la acción ciudadana, acude a plantear la disputa dentro de un escenario que les resulta favorable, el de la izquierda contra ellos.

La mayoría de ciudadanos que padecen a Peñalosa y que desean destituirlo no son militantes de la izquierda, ese es un artificio que le sirve al alcalde para deslegitimar el proceso revocatorio y la izquierda le ayuda, obedeciendo a su tradicional deseo de buscar superar la marginalidad apropiándose de las iniciativas ciudadanas

Políticos de la izquierda, quisiera aprovechar este espacio para solicitarles que no se arroguen la vocería de un proceso que nace en el seno del país nacional para impugnar a ese país político al que ustedes también pertenecen, la revocatoria a Peñalosa obedece a una inconformidad de la gente decente, respecto a una clase política que ha jugado con nuestras ilusiones y de la cual hacen parte todos los partidos políticos incluidos ustedes.

La política en Colombia ha sido degradada al nivel de convertirla en un mercado en el que los partidos políticos compiten para ganar clientes, hay un amplio sector de la ciudadanía que quiere cambiar las reglas y asumir el rol de jefe, nunca más de cliente, entendemos que la partidocracia ha sido parte del problema y jamás de la solución, ustedes favorecen a Peñalosa enceguecidos por la lógica tradicional de usar la indignación ciudadana para pescar votos, nos sabotean y aunque ahora políticamente les sirva estar indignados, siguen perjudicando el interés general en la medida en la que le colaboran a Peñalosa a plantear la disputa entre ustedes, los amos de la clase política.

La revocatoria a Peñalosa no les pertenece, no se la quiten a la gente que sin distingo de color partidista quiere cambiar la historia del país, dejen que se despierte el gigante, no sean cómplices del horror.

Twitter. @DanielRMed