«Increíble una mirada, una sonrisa y ya eras mía, ya eres la dueña de todas mis alegrías, fue cosa de un instante, algo raro está pasando dije yo”, como tú lo cantaste Martín, fue cosa de un instante tu partida de la tierra, aunque un plan perfecto de Dios para tenerte junto a tu padre en el Coro Celestial.
Tu don en la tarima sin comparación alguna, único. La sonrisa que desde que abrías con el látigo y te despedías con el terremoto, se mantenía. Una historia que continúa al compás de un acordeón celestial, donde podrás escoger entre las notas de Colacho o Juancho Rois y demostrar en el Cielo como quedó grabado en la tierra “Martín Elías es el mejor, es un amor, es el que quiero yo”.
Estabas de moda, muchachón, que aún mayor que yo, no se te quitaba esa cara de niño, que se conjugaba con ese canto y dulzura de tus presentaciones. Ser quien fuiste a los 26 años, representar lo que representaste y cantar a quienes les cantaste es el mayor legado que dejaste en la tierra, esa donde descubriste a la “nena del jean que vuelve a los muchachos”.
Que Dios bendiga cada hora que te pude ver en tarima, cada presentación a la que pude asistir, desde que tenía 14 años en el barrio Gaira de Santa Marta hasta el Carnaval de Barranquilla, 15 días antes te había acabado de ver tocar y bailamos la canoa en tarima; Que Dios bendiga cada vez que a mi mona linda también le canté las 10 razones que tengo para amarla, a esa mona sobre la cual, “el complemento de mi vida está en su risa y en la forma en que me besa y me mira”.
Martín Elías, será un nombre que perdurará en la historia del vallenato, que logró marcar una fanaticada e imponer un color para sus seguidores, Amarillo Martinista. Martín Elías será un nombre que quedará para la historia como el referente de la Nueva Ola, que le cantó a los grandes y fue maestro de los chicos.
Llegará el día, Martín, que cuándo graben un “homenaje a los grandes” o “solo clásicos”, estarán ahí tus canciones, porque existirán muchas canciones y más artistas en la historia futura del vallenato, pero ninguno con un látigo de tanta revolución.
Las reflexiones de la semana mayor y la coyuntura que hoy Colombia está pasando ameritan muchos temas, sin embargo este corazón vallenato tenía que hacer este homenaje. Nos vemos en tus canciones Martín, acá siempre habrá un Martinista, más ahora que debes ser el boom del momento en el cielo, al cual “le pongo un 10”.
Dios y Mamita María te tengan en su Santa Gloria.