Para nadie es un secreto la crisis humanitaria que vive actualmente Venezuela en manos de la dictadura de Nicolás Maduro y sus compinches. Tampoco lo es, que una de las armas más poderosas del G2 cubano (aliados incondicionales) es LA PROPAGANDA.
Es mucha la confusión que genera la izquierda nacional e internacionalmente, por lo que es importante tener siempre presente lo que afirmaba Joseph Goebbels, el padre de la propaganda nazi: «una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”. La historia es cíclica, y lo que ha funcionado, lo aplican, una y otra vez…
Conocer las bases de la propaganda en estos momentos tan difíciles, es vital, ya que el régimen venezolano y sus «colaboradores» las siguen al pie de la letra ¡Y les funciona bastante bien!
La «Generación de Distracción» es una de las que más aplican : «Si se han publicado malas noticias en tu contra, crea otras peores para que la gente se confunda, cambie el rumbo, piense y se centre en otra cosa». Por ejemplo, cada vez que el nefasto régimen comete un acto delictivo grave o cualquier clase de acción que pueda afectar su imagen nacional o internacionalmente, por «casualidad» aparece otra noticia peor, que por cierto, no siempre es cierta. En muchas oportunidades inventan algo que genere impacto a manera de elemento distractor, que sirve para desviar la atención. De esta manera los ataques disminuyen y la gente se preocupa por otra cosa, perdiendo así el interés por la noticia inicial. Es una manipulación premeditada.
A diario podemos ver como muchas personas difunden «distractores» en sus redes sociales, por ejemplo, cuando publican algo que produce rechazo. Su siguiente publicación será un «distractor» con cosas bonitas que disipan la atención de lo anterior como fotos de cachorros, bebés… algo que no tenga nada que ver con lo publicado anteriormente. También usan publicaciones que sirvan para crear polémica, algo que sirva para que lo otro «pase por debajo de la mesa».
Los 11 principios de la propaganda nazi creados por Joseph Goebbels están más vigentes que nunca, es importante conocerlos y entenderlos para evitar su catastrófico efecto.
1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una idea o símbolo, individualizando al adversario en un único enemigo. En el caso venezolano, el «imperio yanqui», los paramilitares colombianos o la ultradecha.
2.- Principio del método de contagio. Se trata de reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. Así entonces la oposición es convertida en un solo ente «maligno».
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. Así, por ejemplo, el desabastecimiento termina siendo responsabilidad de ese enemigo único que han creado para confundir.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa. Además, tienen gran facilidad para olvidar”. Ejemplo claro, la ridiculización de figuras de la oposición, basada en su ropa o en lo que come.
6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines. Así por ejemplo, el silencio sobre los vínculos con el narcotráfico de los parientes del dictador, hacen que una verdad grave pierda vigencia.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
Solamente comprendiendo estos principios básicos podemos desprogramar y anular su impacto ¡Es la única manera de no seguir cayendo en la trampa de la propaganda que durante tantos años ha sido utilizada para someternos!