A pesar de que millones de personas le ruegan diariamente al Papa Francisco que ayude a Venezuela, yo personalmente, prefiero que siga callado. Y es que se me hace imposible confiar en alguien que siente tanta simpatía por dictadores del siglo XXI. Algo que no voy a olvidar jamás, es su visita a Cuba. Mientras se reunía con los dictadores Castro, las Damas de Blanco eran brutalmente golpeadas y encarceladas; en las fotos, podemos observar a un Francisco totalmente extasiado, de las Damas de Blanco no dijo nada.
Para nadie es un secreto la tragedia que vive Venezuela en la actualidad, dudo que el Papa no esté enterado. No hay excusas para su comportamiento, por insólito que parezca, ha apoyado a los malos.
Frecuentemente leemos muchísimos mensajes de gente pidiendo que su Santidad diga algo a favor del pueblo venezolano, cosa que ni ha ocurrido, ni va a ocurrir. Las pocas veces que se pronuncia al respecto, es pidiendo que continúe el nefasto diálogo que solamente beneficia al régimen. Tal vez olvida que él mismo dijo un día que “con el diablo no se dialoga”.
Las suplicas de los venezolanos no se quedan solamente en redes sociales, son muchos los que han ido a visitarlo, y no ha tenido la delicadeza de recibirlos. El ejemplo más doloroso: Mitzy Ledezma, Lilian Tintori y Antonietta López. Durmieron en la plaza haciendo vigilia, implorando que las recibieran y nada. Eso sí. Cuando fue Maduro ¡Casi le pone alfombra roja rojita!
El Papa Francisco compara a cristianos con comunistas, califica al dinero del estiércol del diablo, es amigo de dictadores, promueve un diálogo que ocasiona cada día más muertes en Venezuela. Lo único que le falta, es que cuando visite Colombia, le dé la bendición a las Farc, o lo que es peor aún, que le pida la bendición a ellos; porque al venir a Colombia está legitimando y dando estatus de arcángeles, a un grupo de terroristas que cargan sobre sus espaldas a millones de víctimas, la mayoría de ellas ignoradas.
Con todo respeto Papa Francisco ¡Mejor siga ignorando a Venezuela!