Por: Anderson Alzate

Hace poco salí de una reunión con algunos líderes de la ciudad de Manizales, cuando me fui del sitio uno de los asistentes interrumpió mi desplazamiento con una frase que me ha rondado en los últimos días: “Doctor, debe ser más abeja para conquistar esos proyectos”. Rápidamente pensé en que se refería a ser “avivato”, quizás “sacar provecho” dos palabras que reprocho y que están inmersas en nuestra cultura, casi después de un segundo de pensar esto le pregunté al líder ¿qué es ser abeja?, su respuesta confirmó mi afanado y censurable pensamiento anterior.

Dicha ambigüedad me llevó a filosofar un poco más de aquellas difíciles expresiones culturales que rigen a las personas de nuestro país y que han sido malinterpretadas en la actualidad para nuestra propia conveniencia. Algunas de ellas: “ser abeja”, es incoherente darle significancia que el ser “abeja” es ser “vivo” o “avivato”, ya que, según lo confirma el Dr. George McGavin, las abejas son la especie animal más importante del planeta, ya que éstas polinizan más del 40% de los alimentos que consume la humanidad y el 75% de los cultivos alimenticios del mundo dependen de la zoopolinización; además 253.000 especies de plantas florales dependen de la existencia de las abejas y lo anterior es sólo un abrebocas para todo lo que hacen estos animales.

Si las abejas son tan importantes para la humanidad, ¿por qué no ser abeja?, ¿es solo una expresión nacional?, o ¿nuestra cultura tiene expresiones ambiguas?

Para responder estas incógnitas busqué en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y en la definición de abeja encontré que la institución cultura, además de referirse a la relación científica de la especie, añade lo siguiente: Persona laboriosa y previsora.

Siendo así, el “ser abeja” no es solamente una expresión nacional, sino una expresión coloquial símil a la especie animal. Realizando una resignificación delser abeja”, se puede tomar como la expresión que le da un reconocimiento a la actitud vehemente del trabajo social que alguien adelanta por su comunidad, su país y claramente, por el mundo.

Teniendo en cuenta esto, si cada colombiano empezara aser abeja”, si cada quién hiciera no un proceso de polinización, sino de politización y sembrara en sus hijos, sobrinos, hermanos, amigos y conocidos la semilla de tomar decisiones, trabajar por un mundo más justo, más equitativo, menos egoísta y más colaborativo, seguramente florecería la nueva Colombia, aquella rosa tricolor, con un tallo de muchas espinas al cual le llamamos pasado, al mismo tiempo con una belleza superficial y profunda, a la cual denominamos nación.

Esos colombianos que son abejas no solo creen en la Colombia diferente, sino que están seguros de que el mejor camino para sembrar paz, solidaridad, amor, resiliencia, respeto, desarrollo y cultura en las mentes áridas de aquellos recalcitrantes habitantes y líderes que entorpecen sumamente la evolución de Colombia, solo se logra con el poder polinizante, o mejor politizante, de los demás ciudadanos que se mantienen al margen.

Por eso recalco, Colombia somos todos y es tarea de todos trabajar por ella, como dice el  lema de la fundación Jóvenes Líderes Por ColombiaJuntos hacemos más por Colombia”.

Twitter: @AndersonAlzateL