Por: Sebastián Zapata 

En estos tiempos de enorme turbulencia política por los que pasa Bogotá -en los que se solo se habla de revocatoria y polarización- y del constante estrés social capitalino que trae consigo las dinámicas de cualquier metrópoli-estrés social normal para una ciudad de más de 8 millones de habitantes-, es fundamental dar hoy 6 de agosto un paso al costado del constante pesimismo que pervive en nuestras 20 localidades y, más bien, celebrar el cumpleaños número 479 de la capital de la república, teniendo fe y compromiso de que cada día se puede edificar una mejor Bogotá.

Por lo mismo, quiero desearle unas felices 479 primaveras a esta ciudad que se ha convertido en la punta de lanza del desarrollo nacional y que además ha cobijado a millones de foráneos que poco a poco nos hemos convertido en lo que algunos han llamado “Bogotanos por adopción”.

En este último punto, vale la pena insistir en que el asunto de la migración es fundamental para Bogotá, gracias a que dicho fenómeno ha consolidado un territorio con una amalgama cultural inigualable y envidiable en el país. Es más, puedo aseverar, sin temor a equivocarme, que este distrito se ha ido construyendo, ya desde hace varias décadas, a partir de la pluralidad y la diversidad, convirtiéndolo entonces en un territorio bastante particular en la geografía nacional. Por eso, es propicio mencionar que los no nacidos aquí estamos en la misma obligación de los capitalinos de cuna de cuidar y apostarle a perfeccionar y hacer más prospera la capital.

Ahora bien, pienso que este día es la ocasión perfecta para mirar desde la arista institucional y ciudadana el rumbo que le queremos dar a la ciudad, ya que más allá de las múltiples quejas que puedan tener muchas personas sobre esta gran urbe y de las acciones de algunos grupos- como esos que promueven el revanchismo político y no dejan gobernar-que quieren estropear el futuro bogotano, lo cierto es que Bogotá es una metrópoli por conocer, proyectar y potencializar.

En este orden, y de cara a tener una Bogotá más armoniosa, es necesario seguir afianzando una buena administración distrital y contar con una ciudadanía activa y propositiva, que agrande y consolide diversos modelos de desarrollo, en aras de aumentar eso que algunos expertos llaman “la buena vida” y tener un distrito más moderno y vanguardista en los ámbitos de lo cultural, ambiental, económico, social y político.

En resumidas cuentas, mi llamado es a que cada uno de los que habitamos este valioso distrito, hoy en su cumpleaños nos responsabilicemos más en buscar la cualificación de la ciudad, con el objetivo de que reine en sus 1775 km² la pluralidad, el progreso, el entusiasmo y la buena vibra. Para ello, es fundamental dar menos quejas sobre la situación de nuestra urbe y, más bien, brindar más ideas y aportes sobre cómo seguimos construyendo la mejor de las capitales. 

Twitter: @sebastianzc