“Los libros son la mayor riqueza del hombre. Una persona que lee, camina, actúa y piensa diferente, ve las cosas de forma distinta y reacciona diferente; ve más allá. Difundir la lectura, esa es la idea de Librería La Fe, promoverla para que este país se llene de personas cultas que tengan consciencia y así ayudar a que haya menos delincuentes”, Faber Quiñonez (Organizador Feria de libros a cinco mil)
La feria de libros originales a $ 5.000 se hizo por primera vez el 18 de julio de 2015 en Medellín, asistieron cerca de diez mil personas y la respuesta fue muy positiva. Según Faber Quiñonez, dueño de Librería la Fe ,ubicada en la capital de la montaña y organizador del evento, en Colombia el problema no es que la gente no lea, sino que los libros son demasiado costosos.
Dice no tener nada personal en contra de los escritores o las editoriales. –“Ellos tendrán sus razones para poner los libros tan caros”. Pero él tiene la capacidad de andar por todo el país, o de, a través de su red social que cuenta con casi 200 mil seguidores, poner anuncios y comprar grandes cantidades de libros a precios bajos. Y así como él compra libros económicos, los vende también a bajo costo. Difundiendo la lectura lleva casi tres años en los que ha vendido aproximadamente 500 mil libros en todo el país.
Esta feria se tenía programada para los días 19, 20 y 21 de agosto en Bogotá, en la Calle 94 con carrera 14, muy cerca al conocido Parque de la 93. Por redes sociales se había difundido el evento y miles de lectores entusiastas de la capital del país, mostraron su interés en el evento y su intención de asistir.
El jueves 17 de agosto casi a media noche, cerca de 10 camiones cargados de libros y de historias llegaron procedentes de Medellín, al lugar acordado para empezar el montaje del evento. Pero para sorpresa del organizador y su equipo de más de 50 personas, la alcaldía había enviado un mensaje diciendo que el evento se tenía que cancelar, bajo la excusa de que el piso del parqueadero no contaba con las condiciones necesarias para llevarlo a cabo.
Siendo lo más imparciales posible, se podría pensar que es una buena razón para cancelar un evento, al que acudirán miles de personas y al que se deben exigir todas las medidas de seguridad que sean posibles. Pero hay un par de cosas en esta historia que se antojan muy extrañas.
La primera es que es incomprensible que la alcaldía espere hasta un día antes del evento para suspender los permisos, cuando no se necesita ser un superdotado para calcular todo el trabajo logístico que necesita un evento de esta magnitud. Si el piso no contaba con las condiciones necesarias, han debido negar los permisos desde el principio, y no cancelarlos a pocas horas de comenzar la feria.
La segunda y más contradictoria aun es que, en el último mes se habían realizado eventos de igual o mayor magnitud a este en ese preciso escenario, el parqueadero esquinero de la calle 94 con 14. La Feria Buro terminó apenas el 16 del mes pasado y dejó como evidencia, por ejemplo, los contadores que rodean el parqueadero pintados con su color característico, el rosado encendido. Esta última feria fue todo un éxito, a juzgar por los comentarios que hay de dicho evento en redes sociales. En ellos se expresa, por parte de los asistentes al evento, que el lugar quedó pequeño y que había tanta gente, que no se podía caminar. Dejando en evidencia, que el parqueadero sí se usa para eventos en donde la aglomeración de personas es mayúsculo.
Es apenas normal que dadas las evidencias, queden muchas preguntas sin respuesta en el aire. A mí, por ejemplo, me llenan de intriga las personas que aprueban o desaprueban estos eventos. ¿Bajo cuáles criterios lo hacen?, ¿por qué es tan distinta la medida para un evento y otro? Me llama poderosamente la atención también, que siendo los libros tan costosos como todos sabemos, se haya negado la posibilidad de que miles de bogotanos pudieran haber accedido a ellos a precios mucho más razonables.
Es inevitable pensar en que haya malas intenciones detrás de todo esto. ¿A quiénes con el poder de dar o denegar estos permisos, no les interesa que la población acceda a grandes cantidades de libros? ¿Cierto sector del poder tiene miedo de que haya miles y miles de personas leyendo y creando opinión a través de libros conseguidos a tan bajo costo? ¿Tiene esto algo que ver con los monopolios y las alianzas que se hacen entre los comerciantes que acaparan todo el mercado y que no soportan ver que sale a la luz, que sus productos pueden perfectamente venderse a mucho menor costo del que ellos pactan? Sería bueno en exceso que alguien, del equipo que suspendió el evento, explicara lo que sucedió y diera respuesta a estas inquietudes.
Sobra decir que miles de bogotanos esperan que esta alcaldía, que propone una ciudad mejor para todos, se pronuncie sobre esto y que provea un espacio para realizar la feria de libros a cinco mil pesos en los próximos días. Aunque no sería nada raro que se hicieran los de las gafas, ya que pareciera que en ciertos sectores de nuestra querida sociedad hubiese un miedo terrible a que el pueblo tenga acceso ilimitado a los libros. Bien decía en algún libro que pude leer: “Los libros son peligrosos, hacen pensar”.