Por Sebastián Zapata

Es bien conocido que Bogotá, como cualquier gran metrópolis latinoamericana, enfrenta múltiples retos, que claramente se matizan o agravan dependiendo del sector o, más específicamente, de la localidad. Vale aclarar que estas localidades son básicamente la unidad administrativa de división territorial distrital, según lo estableció la Ley 1421 de 1993 o Estatuto Orgánico de Bogotá.

En este orden, cada localidad tiene disímiles problemáticas tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, por lo que su aporte social, económico y cultural a la ciudad es dispar y depende de sus propias variables contextuales.

Más allá de lo anterior, algo de suma importancia que no se puede perder de vista es lo positivo que tiene cada espacio territorial o localidad de cara al progreso distrital. Y, quizá, el ejemplo por excelencia de una localidad que represente el empuje, la riqueza cultural y el desarrollo capitalino es Teusaquillo.

Esta localidad que es la número 13 de nuestra ciudad, tiene sus cimientos urbanos en la década de 1920 y en la actualidad cuenta con 6 UPZ (Unidades de Planeamiento Zonal) en las que conviven más de 150.000 personas; población que es bastante relevante si partimos que es más del doble de habitantes que tienen departamentos como Vichada o Amazonas.

Teusaquillo básicamente en sus 1.421 hectáreas, y pese a no ser considerada como el centro por excelencia de la ciudad, puede decirse que es la localidad que tiene la cualidad de engranar los cuatro puntos cardinales de Bogotá, confluyendo allí, entonces, un sin números de lógicas ciudadanas, relaciones sociales, entidades e instituciones-de índole tanto pública como privada-, que llevan a describir a Teusaquillo como el verdadero corazón de Bogotá.

Empero, Teusaquillo puede considerarse como el verdadero corazón de Bogotá por el enorme aporte al progreso capitalino y gracias a la gran calidad de vida que brinda a sus habitantes. Sobre este último tema de la calidad de vida, esta localidad tiene unos indicadores realmente interesantes-como se puede rastrear en algunos informes de Bogotá Cómo Vamos-, entre ellos está, por ejemplo, que cuenta con el índice más bajo de pobreza en el distrito, el mayor número de árboles por habitante, el mayor espacio público por habitante, el menor déficit habitacional distrital, entre otros.

Dicha localidad tiene sus límites en el oriente con la Avenida Caracas (separándola de las localidades de Santa Fe y Chapinero), al occidente con la carrera 68 (separándola de las localidades de Engativá y Fontibón), al norte con la calle 63 (separándola de la localidad de Barrios Unidos) y finalmente, al sur con la calle 19, la calle 26, la Avenida Las Américas y la Avenida El Ferrocarril (separándola de las localidades de Mártires y Puente Aranda).

Pero no solo esta situación de la estratégica posición geográfica-que es privilegiada al limitar con 7 localidades- hace sobresaliente a la localidad, sino la misma trascendencia de los lugares que están ubicados allí es lo que convierte a Teusaquillo en la localidad piloto por excelencia del distrito. En tales lugares, se encuentra el Park Way, la Universidad Nacional, el Estadio Nemesio Camacho El Campin, el Parque Metropolitano Simón Bolívar, la Casa Museo Jorge Eliécer Gaitán, el Centro Administrativo Nacional (CAN), Corferias, por mencionar algunos. Claro está, también es propio hablar del innumerable valor arquitectónico y urbanístico que es un común denominador en varios puntos de la localidad.

Para finalizar, quiero hacerle una invitación a los lectores de esta columna, los habitantes y la población flotante que tiene Teusaquillo, y es que vivamos, cuidemos y nos apropiemos de este bella y particular localidad, debido a que la misma es, como vengo insistiendo, el verdadero corazón de Bogotá.

Twitter: @sebastianzc