Óscar Iván Zuluaga pareciera tener una coraza contra las balas de odio y miedo que a menudo lanza el gobierno. Durante la era Santos ha soportado un sinnúmero de ataques contra él y su familia que lo han forjado a ser ese hombre invencible que cae y se levanta como el ave fénix.
Uno y otro intento fallido del gobierno y la frase común que aparece después de haber causado perjuicios no irremediables: caso archivado por falta de pruebas, que en otras palabras significa, Zuluaga inocente.
Primero fue el famoso y vergonzante caso del Hacker Sepúlveda, un circo producto de los resultados de primera vuelta en las elecciones presidenciales de 2014.
Con 3.759.971 votos, Óscar Iván Zuluaga ganó la primera vuelta de la campaña presidencial al su rival el presidente-candidato Juan Manuel Santos, quien obtuvo 3.301.815 votos. El inicio de la historia de persecución contra el promotor de una Colombia distinta.
Ganarse el cariño de los colombianos y poner en peligro las aspiraciones de conseguir un Nobel de Paz a cambio de entregar prebendas políticas y económicas a las Farc, puso a Óscar Iván Zuluaga en la lista de enemigos de Juan Manuel Santos.
El primer dardo, el Hacker Sepulveda, un infiltrado del gobierno que logró atraer la atención de los colombianos mientras el presidente Santos preparaba su maquinaria política de la región Caribe, en cabeza de los hoy detenidos por corrupción el Ñoño Elias y Musa Besaile.
La mal llamada «maquinaria costeña», que en la primera vuelta no marcó diferencia, despertó en medio de la cortina de humo. Misteriosamente en segunda vuelta, los Municipios donde el Ñoño Elias y Musa Besaile tienen acentuada su maquinaria, acudieron masivamente a las urnas para dar la victoria a la Unidad Nacional. En Cesar, por ejemplo, Santos tuvo 200.452, y Zuluaga, 123.556; en Magdalena, Santos tuvo 258.711, y Zuluaga, 117.491 votos.
El primer dardo pegó en el blanco y trajo consigo la victoria de Juan Manuel Santos. Llega entonces la famosa frase «caso cerrado». Sin fundamentos jurídicos para seguir con la campaña de desprestigio, la Fiscalía General archivó la investigación que adelantaba contra Óscar Iván Zuluaga, por su presunta participación y conocimiento en las actividades ilegales que adelantaba el “hacker” Andrés Sepúlveda. El ente investigador determinó que no existían pruebas para abrir un proceso formal en contra de Zuluaga. La Fiscalía no tuvo cómo probar que el entonces candidato por el Centro Democrático hubiera participado, directa o indirectamente en las actividades ilegales del hacker Sepulveda.
La justicia cojeó pero llegó, sin embargo, nuevamente Óscar Iván Zuluaga se convirtió en un peligro para el gobierno, pero esta vez no sólo para los intereses de Juan Manuel Santos, también para las Farc y otros cuantos personajes que tienen intereses en destruir nuestra democracia.
Aparecen entonces unas supuestas declaraciones de Duda Mendoça publicadas en una revista brasileña, donde afirmaba que Odebrecht había financiado los servicios prestados a la campaña Zuluaga Presidente. Digo supuesta porque la tal declaración nunca existió. Lo que muchos llamaron declaraciones de Duda Mendoça fueron realmente palabras del editor de la revista que irresponsablemente manifestó sin prueba alguna, supuestos no declarados por el señor Mendoça.
Con tal excusa, Montealegre y Perdomo volvieron a convertir a Zuluaga en el blanco de ataque contra la oposición, lanzaron el segundo dardo, pero quizás antes de lo esperado, la justicia toco las puertas. Ni la Fiscalía ni el Consejo Nacional Electoral, encontraron pruebas sobre los supuestos dineros que habría pagado Odebrecht a la campaña de Zuluaga Presidente, y nuevamente la famosa frase ¨caso cerrado¨ que como les dije hace unos párrafos, no es otra cosa, que Zuluaga inocente.
El segundo dardo no tuvo las consecuencias esperadas, no logró sacar a Óscar Iván Zuluaga del camino a la Presidencia, justo a tiempo, Zuluaga queda habilitado y en todo su derecho de retomar su precandidatura.
Óscar Iván Zuluaga es un hombre de acero que se ha vuelto invencible a los dardos de odio y persecución de Juan Manuel Santos, con un blindaje de más de seis millones de colombianos.
Ojalá pidieran disculpas todos aquellos que alguna vez dudaron de la integridad de este hombre que hoy encarna la victoria del Centro Democrático sobre los intereses oscuros de la persecución de Juan Manuel Santos.