Muchas personas desearían ser como Steve Jobs, cofundador de Apple, brillantes, creadores de inventos que revolucionan la forma del vivir diario, pero no están dispuestos a tomar los riesgos que este hombre sí tomó, ni están dispuestos a sufrir muchas cosas que él sufrió, como por ejemplo que lo echaran de su propia empresa.
La vida es de tomar riesgos que podrían parecer no muy agradables pero podrían ser determinantes para el crecimiento. Estas premisas no solo aplican en la vida privada, también en la vida pública, por ejemplo muchos colombianos desearían que su país fuera como Noruega o Suecia. Mucho se ha hablado sobre lo bueno que sería vivir en estos países por su calidad de vida, pero todos quieren que Colombia sea como esos países nórdicos sin hacer nada de lo que ellos hacen.
Es común escuchar a muchos decir que estos países son de corte socialista. No puede haber mayor error. De hecho son los países con mayor libertad económica en el mundo, por ejemplo en estos países no existe el salario mínimo, ni las “justas causas” para despedir a un trabajador, y su gran auge empezó con la liberalización de la economía con muchos tratados de libre comercio dejando a un costado el proteccionismo.
¿Qué pasaría si un candidato propone las cosas que hoy hacen a los países nórdicos un ejemplo de buen gobierno? Lo mínimo es que lo llamarían fascista o dirían que tiene afinidad con Hitler cuando lo que hizo el dictador alemán fue darle un poder grande a los sindicatos y coordinarlos en el Frente Alemán del Trabajo, a tal punto que las empresas tenían que sobornarlos para que los dejaran trabajar o para que no subieran el salario, al final esto se convirtió en otro instrumento de propaganda tanto para patronos y empleados, conservando un principio del fascismo: el corporativismo democrático en el cual solo votan los gremios afines al régimen, como la asamblea nacional constituyente de Venezuela en la cual los gremios afines al PSUV ponían casi la mitad de toda la asamblea.
Cuando alguien propone lo que se hizo en Noruega lo primero que dicen sus detractores es: “esto es Cundinamarca no Dinamarca”, dicen que nuestros empresarios son avaros y malévolos mientras que los empresarios nórdicos son un “pan de Dios” y no, resulta que las normas que se usan en estos países funcionan igual que en los demás con el plus que sí hacen cumplir sus leyes. Si en Estados Unidos a un colombiano le dicen, “póngase el cinturón” en EEUU se lo ponen porque saben que hay consecuencias, derivadas del incumplimiento, no obstante en Colombia se hacen muchas leyes sin la capacidad financiera para cumplirlas, y existen tantas leyes que dicen lo mismo que nadie sabe ya cuál es la vigente o cuantas se deben cumplir, mientras que si se simplifica sería más fácil cumplirlas. Hoy por hoy hay tantas leyes laborales que si usted quiere formar empleo de verdad es complicado cumplir con todo y se cae en la informalidad, de modo nadie termina cumpliendo las leyes que hacen nuestros “padres de la patria”.
En el caso de no existir el salario mínimo en Colombia dicen que pagarían sueldos miserables que eso solo funciona en Europa pero si hay competencia subirían los salarios para motivar a sus empleados y ser más competitivos así con todas las empresas que se crearían y vendrían al país arrebatándole a la nación desempleados y subempleados, y no será por obra de Dios que subirán los salarios o buena voluntad, sino para competir mejor pero en el marco de sus posibilidades. Si una multinacional va a pagar cien mil pesos mensuales (visión apocalíptica de todos a los que se les pregunta sobre este tema) esa multinacional no tendría ningún trabajador y no competiría con la otra multinacional que paga 5 millones para quien hace lo mismo, y si no pagan buenos salarios sino que los bajan la gente preferirá más salario haciendo algo más simple y preferirán abrir sus propios negocios o trabajar en una panadería que en una multinacional y estas no tendrían empleados, inmediatamente deben subir los salarios para tener mejores trabajadores sin barreras de mercado y así creando un circulo virtuoso.