Muchos hemos pensado alguna vez cómo sería el hombre ideal para las mujeres, ¿cómo les gustaría a ellas? Indagando sobre el tema he podido observar que la gran mayoría usa una frase para describirlo “un príncipe azul”. Pensando un poco sobre qué es un príncipe azul, concluyo que este tendría unas características genéricas (aclarando que al final nunca son apropiadas las generalizaciones), sería atractivo, soñador, capaz, no importa mucho que sea adinerado, pero sí que al final de la historia el protagonista termine con mucho dinero, heroico, etc.
Si uno estudia las historias de Disney se da cuenta de que dicho príncipe nunca ha existido. Por ejemplo, en la historia de “la bella durmiente” -resalto primero que no es (como muchos clásicos de esta compañía) original de Disney sino de Giambattista Basile titulado “Sol Luna y Talía”. En la cual en efecto la princesa cae en un sueño profundo producto del pinchazo con una rueca. Sus padres cansados de intentar despertarla la dan por muerta y se van del castillo, posteriormente a un rey se le pierde el halcón de caza y termina yendo a la torre en la cual se encuentra la princesa y al ver que no despierta, tiene sexo con ella (la viola). Producto de la violación nacen dos hijos: Sol y Luna uno de ellos le chupa el dedo a la princesa en el cual tiene la astilla y se despierta. El rey pasados los nueve meses vuelve a donde está la princesa (el lector interpretará las intenciones de la visita del rey) y encuentra a la princesa con sus dos hijos, la princesa lejos de enfadarse se enamora y resuelve casarse con el jefe de ese reino vecino, lo que ocurre es que al rey se le olvidó decir que ya estaba casado.
Al final el rey al lado de su legítima esposa durmiendo dice la frase “Sol, Luna y Talía” y su esposa inicia la búsqueda y descubre que el rey tiene “otra” y dos hijos con ella, ordena (sin consentimiento del rey) la captura y muerte de Sol, Luna y Talía para luego servírselos sorpresivamente al rey para cenar. No se preocupen, al final matan a la reina el rey se casa con Talía y los niños salen sanos y salvos el cocinero como no le hizo caso a la reina se convierte en tesorero real.
La historia como ven trae muchos matices, por su puesto los tiempos han cambiado, al igual que las formas de comunicarnos pero aún quedan muchas costumbres arraigadas. Lo que cambia en la historia es que la vuelven ideal y los ideales no tienen defectos pero las historias originales sí, y la vida real trae más defectos. En primer lugar la historia de Giambattista Basile tampoco es de él, una historia popular que se repetía de generación en generación vía oral, costumbrista, es decir que no es de su imaginación es el relato de lo que en esa época en Italia era costumbre, infidelidad, la permisibilidad de la violación, la muerte de la cónyuge por orden del esposo, entre muchas otras cosas, que se ocultan en la adaptación de Disney lo hacen más bonito pero si no sabemos nuestra realidad será imposible perfeccionarla.
Hans Andersen autor de la sirenita hace, según algunos analistas, una analogía de su historia. Si se acuerdan, la sirenita hace un pacto con Úrsula para tener pies y así gustarle a su príncipe, el autor quien era homosexual deseaba ser mujer y gustarle al hombre que le gustaba. Por otro lado, el barco del príncipe naufraga y la sirenita lo salva pero ella se va antes de que despierte y cuando el sujeto despierta ve a otra princesa que está de vacaciones en la orilla del mar y se enamora de ella pensando que esa princesa lo había salvado.
Ariel “la sirenita” hace el trato con Úrsula y si ella no enamora al príncipe se muere adicional a esto cada vez que camine sentirá como si caminara sobre vidrio, en resumen el príncipe “frienzonea” (le dice que la quiere como amiga, pero no más de ahí) a la sirenita y se casa con la princesa que creyó que lo salvó pero no se casa por eso sino por que ella es muy adinerada.
Al final de la sirenita, Úrsula le da una segunda oportunidad si mata al príncipe clavándole un cuchillo en el corazón, Ariel volvería a ser sirena, pero ella -quien aún estaba enamorada del príncipe- decide lazarse de la torre del castillo, y su alma (tema fundamental en la historia que no alcanzo a contar) va al cielo y tiene vida eterna.
Esto deja muchas anécdotas primero que hasta en los cuentos de hadas el desamor existe, el amor no siempre es correspondido, los defectos existen unos mucho más tolerables que otros, lo malo es querer la perfección y creer que todo será un cuento de hadas (mucho mejor si no lo es) no es que se deba tolerar la infidelidad o algo por el estilo. Se trata de no buscar la perfección cuando eso no existe, es mejor que las relaciones se basen en principios más que en príncipes y más en honestidad, sinceridad y transparencia que en cuentos.