Las elecciones presidenciales en el país no pintan de la mejor manera, el panorama no está claro, las encuestas dicen mucho pero no nos podemos fiar de las mismas, recordemos las encuestas en el plebiscito: una cosa es los que dicen que votarán, y otra, los que realmente votan. Sin embargo, y a pesar de todo lo mencionado, los sucesos acontecidos en el último mes, parecen abrirle espacio a uno o unos candidatos en particular, sobre todo a Iván Duque, veamos por qué:
Por un lado, la captura de Santrich ex cabecilla de las FARC, y actual congresista del nuevo partido de las FARC, la cual se generó por su aparente continuidad de nexos con el narcotráfico, hecho que legitima los Acuerdos de Paz, sin embargo, están sirviendo de bandera de algunos sectores opositores de los Acuerdos para decir que el proceso no sirvió, reforzado por el discurso del castro – chavismo que se encuentra impreso en la mente de muchos colombianos y ha sabido cumplir su función. Por otro lado, el asesinato de los tres periodistas en la frontera con Ecuador a manos de disidencias de las FARC que no se acogieron al Congreso consolida más el discurso de aquellos que quieren “hacer trizas los Acuerdos”.
Además de ello, Iván Duque puntea en las encuestas junto a Petro, muy por encima de los demás candidatos a la presidencia; el apoyo del senador Álvaro Uribe, junto con el cambio de look del candidato, casualmente muy del corte del senador Uribe; y la errada decisión de los candidatos de centro izquierda de no ir a una coalición, podrían en conjunto ser el espaldarazo que los sectores políticos de derecha necesitan para llegar a la presidencia de la república.
Duque, a pesar de su cuestionada preparación académica y escasa experiencia en política y asuntos públicos, parece ser el candidato que con una que otra acción podría llegar a ser presidente de este hermoso platanal, incluso, en primera vuelta; de ser así, habría gobernabilidad, en tanto se consolidó mayoría en el Congreso, donde además de los congresistas de Centro Democrático, posiblemente también se le sumen aquellos partidos de similar ideología e intereses, y otros tantos, prefiriendo eso, a ser oposición de gobierno.
Esperemos que la situación no se desarrolle como la está leyendo esta humilde ciudadana de a pie, roguemos que por lo menos haya una segunda vuelta y sea entre dos candidatos de diferentes orillas ideológicas, con eso, al menos se garantiza un poco el ideal democrático en el país.