Por: Juan Carlos Fernández

La palabra idiota proviene del griego ιδιωτης (idiotes). Era utilizada por los griegos para referirse a aquel que no se involucraba en política. En la actualidad, es normal que más de la mitad de la población colombiana se mantenga apartada de los asuntos públicos, lo cual debería ponernos a pensar ¿Qué estamos haciendo mal para que la gente no se meta en los temas que podrían mejorar o empeorar su futuro?

Colombia no es el único país que vive este fenómeno, el mundo entero atraviesa una crisis de “Idiotez” que preocupa. Esto normalmente sucede cuando la gente pierde la esperanza en que algo puede cambiar. En Estados Unidos en los años sesenta, los asesinatos de los Kennedy y de Martin Luther King, despertaron una ola de escepticismo y desesperanza que alejó a millones de la política. En esta década, la corrupción y la ineficiencia, son las razones de mayor peso, para que la gente se divorcie de los asuntos públicos.

Todos los días vemos noticias que nos hacen perder la confianza en nuestro país. La corrupción se ha tomado las instituciones de Colombia y la gente más pobre sigue sin ver soluciones a los problemas del día a día. Vivimos en una era de información y desinformación que dificulta saber qué es cierto y qué es mentira. Los intereses de una minoría se sobreponen sobre los de mayoría y la incertidumbre cada día es mayor.

Pero ¿Qué se puede hacer para que la gente comience a involucrarse en los temas públicos? Es simple, hay que escuchar y solucionar sus problemas en el menor tiempo posible. independientemente de quien sea el próximo presidente de Colombia, su propósito debe ser recuperar la confianza de los colombianos, para que se sientan parte de algo más importante que sus intereses particulares y comiencen a participar activamente en lo público; en lo que nos favorece o nos perjudica a todos.

En las sociedades más desarrolladas, los ciudadanos juegan un papel fundamental en las decisiones públicas. La gente termina influyendo en temas claves para toda la sociedad. Esto va desde el pago de impuestos, hasta la construcción de un parque o la renovación urbana de un barrio. La evidencia demuestra que la participación de la gente en política da buenos resultados. Entre más ojos estén encima de los intereses comunes, mejor le va a todo el mundo.

La esperanza es lo último que se pierde dicen en nuestro país.

“Compatriotas, no pregunten qué puede hacer su país por ustedes, pregunten qué pueden hacer ustedes por su país”.  John F. Kennedy, 1961

Twitter: @fernandezjca