Por: Beto Diaz

En estos días de entusiasmo político mis amigos han dicho que debo ser elocuente, lúcido e inteligente y que debo votar por Duque, otros me dicen lo mismo pero por Petro. Todos ellos inteligentísimos, ya que en algún momento cada uno se rasgó sus vestiduras para que se votara por Juan Manuel Santos, usando la misma premisa, la del voto inteligente. Yo -que no he sido un tipo inteligente- nunca voté por Santos. Soy un tipo más bien falible, por eso lo predecible es que siempre pierda el candidato al que apoyo, seguramente porque los ignorantes somos más, y porque nuestros candidatos hacen pocos cálculos electorales y estrategias para llegar al poder.

Mis amigos se han tomado en serio el papel para que mi voto sea útil, eficaz e informado, por eso me han invitado a asistir a las plazas públicas a hacer parte de esta multitud de estadistas, para escuchar propuestas serias, etc. La oferta es amplia, debo admitirlo, cada uno me dejó enseñanzas imborrables. Por ejemplo, Silvestre Dangond con “materialista e interesada”, Pipe Bueno “si yo fuera ladrón”, Pescao Vivo con “mi casa se cae del mugre”, ellos describieron como nadie el escenario político que vive nuestro país. Así disfruté a ritmo de vallenato, música popular y góspel. A pesar de que me encontraba en un éxtasis de angelical fiesta, no lograba entender por qué algunos candidatos se disputan el apoyo de Kiko (Gómez), y me preguntaba, ¿qué tiene que ver el chavo del ocho con el candidato del Centro Democrático y Cambio Radical?, ¿será acaso esta la mano negra a la que tanto se refieren en las elecciones?

De regreso a casa, mi amigo se acerca y dice que no puedo continuar siendo predecible y torpe con mi voto, que me deje asesorar, con voz de mando me expresa lo siguiente: Beto, hablan de ti e inventan calificativos de cualquier cosa y tú los sigues ayudando, hasta programa de radio les dejas, tu primo escribió en tu muro de Facebook que eras un periodista prepago y en vez de reaccionar fuertemente terminas sonriendo como un tonto, eres un tibio, ya te he dicho que hay que estar con los ganadores, que hay que ser un tipo inteligente, es hora de que dejes de fracasar con candidatos que no suben en las encuestas, te hace falta educación, pero tú no tienes la culpa. Antes de despedirnos me pregunta: Beto, ¿ya sabes por quién votar? Sonrío tontamente y le respondo que por supuesto, el tipo me da un abrazo y yo me voy caminando.

Mientras caminaba, pensaba que prefiero que me sigan confundiendo con Cepeda, pero no el político, sino el cantante, que prefiero fracasar mil veces y volverlo a intentar, que prefiero apostar por la educación, para que las próximas generaciones no sean cerebros en fuga, por ello, al igual que Salomón Kalmanovitz, Héctor Abad, y el más reciente Rodolfo Llinás, considero que es mejor un Profesor Presidente, ya lo dijo Llinás: «Fajardo es la persona que ha entendido mejor el problema, desde mi punto de vista, una persona como él, sí puede cambiar la estructura social y económica de Colombia», sonrío y pienso que en hora buena los tontos idealistas aún podemos soñar y votar, así para algunos mi voto no sea el de un tipo inteligente.

Twitter @betodiazb