Por: Sebastián Zapata Callejas

Este domingo 27 de mayo es una de las fechas más importantes de este año para los colombianos, gracias a que vamos a ir a las urnas a escoger quién nos va a gobernar los próximos años. Por lo mismo se debe, en primer lugar, ir a votar y, en segundo lugar, hacerlo bien.

Con el adjetivo de “bien”, hago referencia a que a la hora de sufragar se deben tener presentes ciertos elementos, como por ejemplo optar por el mejor programa de gobierno. En este orden, lo que debemos hacer todas las personas habilitadas para votar es evaluar el programa de cada uno de los candidatos a la presidencia. Aquí de lejos gana Germán Vargas.

Vargas Lleras le apostó, como lo hizo en el 2010, a diseñar un paquete de 27 políticas sobre los temas más relevantes y problemáticos de la actualidad nacional. En decir, a cada flagelo de la sociedad colombiana le propuso una solución loable y viable en materia de ejecución.

Pero los colombianos fuera del elemento programático, deben tener presente otras dos características a la hora de ir a sus puestos de votación. Una de ellas es la clase de candidato que se piensan escoger; la otra se enmarca en las posibilidades reales que tiene el mismo candidato de llegar a la Casa de Nariño. En otras palabras, se deben mirar las capacidades y cualidades del aspirante- a su vez- que es preciso tener presente la utilidad del voto. En estos dos asuntos también gana Germán Vargas.

Por una parte, cuando se mira qué clase de candidato encarna Vargas Lleras, es fácil saber que tiene todas las actitudes y aptitudes para gobernar un país con tantos retos, no en vano le ha dedicado más de 30 años a la vida pública.

Dicho camino de lo público lo empezó desde muy joven de la mano de Luis Carlos Galán; consiguió en la década de 1980 ejercer como concejal de Bojacá; luego fungió por dos periodos como concejal de Bogotá; posteriormente pasó a ser congresista por 4 periodos. Posteriormente incursionó en la rama ejecutiva como Ministro del Interior y de Justicia, años más tarde como Ministro de Vivienda y, más recientemente, fue Vicepresidente de la República, y es que fuera de tener la experticia, cuenta con el carácter, el compromiso, la eficacia y la seriedad para gobernar a Colombia.

Por su parte, si se hace referencia al voto útil hay que a sincerarse, Germán Vargas Lleras sería el único capaz de detener por un lado a la extrema izquierda, representada por Gustavo Petro, quién ha sido uno de los peores alcaldes de Bogotá y carece de un programa real para gobernar a Colombia. Sin mencionar que es cómplice y simpatizante del régimen totalitario venezolano.

Por el otro lado, la tercería Vargas también puede contener a la extrema derecha materializada en Iván Duque y su mentor Álvaro Uribe Vélez. Al respecto, y dejando de lado el gravísimo detalle de la inexperiencia ejecutiva de Duque para ocupar el cargo más importante en el país, hay que resaltar lo que dijo Vargas Lleras días atrás: “si Iván Duque llega a la presidencia, Álvaro Uribe se reelegiría por tercera vez”. Escenario que no sería muy grato, porque ya Uribe estuvo 8 años en el poder nacional y si bien obtuvo logros positivos a nivel de seguridad, de la misma manera en su presidencia acontecieron los escándalos de los falsos positivos, las chuzadas del DAS, el problema de Agro Ingreso Seguro, líos en zonas francas, docenas de tráficos de influencias y demás.

Finalizando, esta columna no me queda más que invitar a mis conciudadanos a votar, porque no podemos dejar que unos pocos tomen la decisión más importante que tenemos nosotros como país. Pero esta invitación, reitero, debe enmarcarse en un voto programático y un voto  pragmático, que corresponda al perfil de un candidato que sí tenga las cualidades y experiencia para gobernar  a Colombia. Esta clase de voto lo representa Germán Vargas Lleras.

Twitter: @sebastianzc