El muy mediático caso de los actores Alejandro García y Elieen Moreno ha estado en boca de todo el país, el caso es noticia no por el hecho que la violencia intrafamiliar sea nueva, sino porque son personas públicas, como el hecho es viral se le dio una solución viral la cual consistía en tomarse una foto con un ojo tapado y un hashtag, la solución a cualquier problema hoy en día.
Si me atrevo a prejuzgar podría decir que esta no fue la primera vez que García atacó a una mujer, tampoco la primera en la cual Moreno insulta a su pareja y es agredida, mucho menos la primera vez en que ambos están en una relación toxica. El sexólogo Jhon Money hablaba de los “love maps” nosotros desde la más tierna infancia los vamos creando por experiencias que vivimos, los “mapas de amor” crean perfiles de cómo nos gustan personas de ciertos rasgos étnicos, físicos, o nos atraen características y valores específicos.
En la infancia empezamos inconscientemente a crear el concepto de que es erótico, atractivo, pero más importante de que es amor y una relación de pareja, esto no solo se asocia con cosas lindas, se relaciona inconscientemente, también con abuso, violencia, celos, etc. Esto es consecuencia de haber visto a nuestros padres u otra figura de poder cometiendo estos actos lo que se deriva en relacionar esos comportamientos a lo que es el amor.
Cuando ocurren este tipo de situaciones se entra en un ciclo de violencia, posiblemente la persona al salir de esa relación toxica volverá a tener una relación igual o peor de toxica, ocurre por no relacionar la vida en pareja con violencia “tolerable”. Lo primero es hacer caer en cuenta a la persona que es víctima y que esa creación del “mapa de amor” es subconsciente ya teniendo pleno criterio puede cambiarlo, así como puede ejercer sus derechos con independencia y plenitud.
Debe existir una política pública que atienda estos casos, posiblemente la actriz Moreno puede pagar el tratamiento, pero la mayor cantidad de mujeres que sufren este flagelo no pueden hacerlo o el servicio es de baja calidad, debido a que tienen a un funcionario para mas de quinientas personas, no van a las regiones o veredas, entre muchos otros casos y por fervor popular no se estudia al agresor.
Un punto importante para lograr una política pública efectiva contra la violencia intrafamiliar y de género es la rehabilitación del agresor, en Colombia hemos creado una costumbre fetichista al pensar que todo se resuelve con cárcel, postrados a la idea en la cual es imposible rehabilitar a un contraventor, al final este es el resultado y no la causa del problema.
Siendo lo más importante la educación la sociedad debe tomar conciencia en que este terrible mal no se da porque “a ellas les gusta que les peguen” o “eso le pasa por no detener las cosas a tiempo” (quien está en un ciclo de violencia ve esto como “normal” hasta cuando ya es tarde), la solidaridad y empatía es un asunto de sociedad para resolver juntos el problema.