Recientemente nuestro querido presidente Iván Duque Márquez, con sus muy coloridos actos de lobby, citas musicales y giras protocolarias o de gobierno, se dio cita con el famoso Carlos Vives en “La perla del caribe colombiano”, como es conocida la ciudad de Santa Marta. Nuestro mandatario, con su “frescura juvenil”, solicitó al artista cantar nada más y nada menos que “Pitán, Pitán”, canción que Vives lanzó en el álbum “El amor de mi tierra”, el 19 de octubre de 1993.
¨Pitán, Pitán Pitán, Que alegre está mi pueblo¨
Aquel fue el estribillo que nuestro gobernante entonó en linda dupla, pero ¿qué tan alegre puede estar el pueblo después de cien días de mandato en mora?; ¿qué tanto amor por mi tierra está mostrado el neófito mandatario?
Durante su campaña Duque realizó propuestas como:
¨La biodiversidad y el agua serán declarados activos estratégicos de la nación¨ Pero, a pesar del fuerte rechazo por parte de los colombianos a las perforaciones contaminantes que buscan chuparle petróleo al subsuelo (fracking), aún no se han tomado decisiones inmediatas de prohibición; ¿estará esperando a que pase de moda el término para implementar este nefasto método cuando la población se concentre en otra noticia, como por ejemplo la Copa América del otro año?
¨Menos impuestos y más salario mínimo¨: conocida y vieja promesa que, sin duda, fue un gran caballo de batalla en la campaña, y que está a punto de romper estruendosa y descaradamente, por no decir que preocupantemente para la clase menos favorecida con el IVA al 80% de la canasta familiar.
¨Seguridad en el Campo¨. El pasado 26 de octubre en Chinú (Córdoba), un líder social expresó frente al presidente Duque que lo iban a asesinar y, muy al estilo que está imponiendo, el presidente decidió ignorarlo, así como lo está haciendo con los estudiantes. En lo que va corrido del año, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), se han registrado 123 casos de líderes sociales asesinados. Esperemos que esta no sea otra muerte anunciada.
¨Un hombre muy temprano se levanta a trabajar, se toma el café claro para que pueda alcanzar´, Pitán – Pitán”
Ese “café claro” parece un presagio para hacer “rendir” los productos de la canasta familiar básica, si es aprobada la mal llamada Ley de Financiamiento, eufemismo que fue reemplazado por lo que antes se conocía como ¨Reforma Tributaria¨. ¡Todos unos malabaristas nuestro presidente y su séquito de economistas!
“Es un hombre con fortuna, que a la iglesia va a rezar, da gracias por lo que ha sido, también por lo que será, Pitán – Pitán”
Seguramente Duque es un hombre con fortuna y, sobre todo, ¡agradecido! No solo llevó a toda su familia, ¡con suegra incluida!, a visitar al Papa (se puede decir, si no el más valiente, es el colombiano más osado), sino también estos últimos meses hemos visto cómo gran parte de la maquinaria política se ha venido desvelando poco a poco con el posicionamiento de sus aliados en campaña en interesantes puestos públicos, los cuales dieron en gran parte el espaldarazo para su arrasadora victoria. ¡Falta ver con qué le sale a Vargas Lleras!
¨Pitán Pitán Pitán que alegre era mi pueblo¨; así termina la canción de Carlos Vives y así celebraron los casi 11 millones de personas que eligieron a nuestro actual presidente ese junio pasado; sin embargo, lo que realmente importa no es por quién se votó, es qué estamos haciendo para exigir el tipo de gobernanza que se eligió. Las promesas en campaña, si bien normalmente no se cumplen un 100%, se deben al menos ejecutar en coherencia por respeto no solo a los 11 millones de personas que confiaron sino al país entero.
Tristemente, con la pasada visita de Maluma Baby, en el futuro inmediato se vislumbran más shows mediáticos y menos gobierno. Y eso que aquí no discutimos el doble juego que está haciendo su partido, el Centro Democrático, que unos días juega de local y otros de visitante, pero que, de seguro, le gusta meterle goles es a la clase trabajadora, mientras a los grandes directivos los deja golear.
Y, a propósito de Maluma, sería un mal ejercicio analizar las Cuatro babys, no vaya y sea que al pueblo le toque ser la que peor le va, y terminemos diciendo como las dependientes: “me quiere porque me aporria”.
¨La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes¨. Charles Bukowsky