Por: Gisela Matamoros.
Nicolás Maduro es ilegítimo desde el primer día; es un usurpador que se robó la elección presidencial del 2013, que está siendo juzgado por crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional (CPI) y es un reo de la justicia, condenado por ladrón por el legítimo Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el exilio. Si bien sabemos que Maduro es ilegítimo desde el primer día, este jueves concluye, constitucionalmente, un período presidencial y no hay presidente electo.
Hay un vacío de poder que la Asamblea Nacional debe llenar, designando un gobierno de Transición encabezado por el propio presidente de la Asamblea. Ese cargo fue asumido el 5 de enero por Juan Guaidó, a quien dimos nuestro apoyo condicionado.
La ruta a la que apelamos es al desconocimiento total de la tiranía y a cohesionar toda la fuerza institucional legítima para romper con un sistema que de por sí, ya está quebrándose. Por eso, no respaldamos a los nuevos vicepresidentes de la AN, Edgar Zambrano y Stalin González; sus partidos han demostrado convivir con el régimen y sus instituciones espurias.
Respaldamos el pronunciamiento del Grupo de Lima que ratifica:
– Reconocimiento a la AN.
– Ilegitimidad del proceso del 20 de mayo, llamando a Maduro a no asumir la presidencia el 10 de mayo.
– Condena ruptura del orden constitucional y Estado de Derecho en Venezuela. Y que además resuelve: impedir a los altos funcionarios del régimen venezolano la entrada al territorio de los países del Grupo de Lima.
– Suspender la cooperación militar con el régimen de Nicolás Maduro, e instar a otros países a apoyar la denuncia contra él en la Corte Penal Internacional.
La Fracción 16 de Julio propone una agenda clara, definida y sensata:
– Resolver el vacío de poder por la ausencia de un Presidente de la República electo para el período 2019-2025.
– Restaurar el orden constitucional y democrático.
– Promover un gobierno que respete y garantice los derechos humanos y atienda la reconstrucción nacional.
– Establecer las bases de un plan institucional, político, económico y social para avanzar a la transformación y el desarrollo.
-Organizar y promover la participación ciudadana libre para la legitimación de la transición democrática.
La Asamblea Nacional no puede limitarse a ser el espacio para discursos vacíos de esperanzas y de contenidos, debe demostrar que hay compromiso con una agenda de cambios. Si este jueves, cumplen con el mandato que le dimos cuando la elegimos, contará con el apoyo de todos los diputados y los venezolanos., también con la Comunidad Internacional. Les pedimos ratificar nuestro llamado, ejercido a través de la Fracción 16 de julio, y mantener la presión en torno a que se ocupe el vacío del cargo presidencial. No caigamos en discusiones sobre la usurpación de Maduro. El 10 de enero debe resolverse ausencia de presidente y restaurar la democracia.
Lo que está en juego este 10 de enero es la legitimidad de la propia Asamblea Nacional.
Venezuela nos exige firmeza y valentía frente al Estado criminal, nos obliga a asumir que nuestra única opción es derrotarlo.
#ANAsumaSuResponsabilidad