Por: Erasmo Zuleta 

Los primeros días de febrero arrancaron con noticias de interés para todo el país. Durante este tiempo, en el Congreso de la República, fuimos convocados a sesiones extraordinarias, con la tarea de debatir el Plan Nacional de Desarrollo (PND) propuesto por el Gobierno del Presidente Iván Duque. En pocas palabras, el PND es la hoja de ruta del gobierno. Su objetivo es indicar cuáles serán las metas del Presidente durante sus cuatro años de mandato.

El plan es elaborado durante los primeros meses de cada gobierno, a través de mesas de trabajo encabezadas por el Presidente de la República y su gabinete ministerial. También se realizan mesas de trabajo en las diferentes regiones del país para tener en cuenta a los entes territoriales y contar con participación de ciudadanos.

Hay que tener presente que las esperanzas y sueños de todo un país, que acaba de dejar atrás medio siglo de guerra, están puestas en este Plan Nacional que como su nombre lo indica es de Desarrollo. Esto implica que debe ser un plan que ataque directamente a la inmensa brecha de desigualdad que azota a Colombia porque esta es la chispa que enciende buena parte de nuestros problemas. El Gobierno debe apostarle a reducir índices de pobreza, de necesidades básicas insatisfechas, de analfabetismo y de hambre. Así en un corto-mediano plazo lograremos ser un país más equitativo y la ilegalidad dejaría de ser garantía para subsistir.

 Como congresista de Córdoba estoy velando por que el PND tenga en cuenta las problemáticas que afectan al departamento, que entre otras, tiene elevados índices de pobreza. Igualmente busco asegurar que el plan incluya políticas públicas que cubran las necesidades de toda la Región Caribe, las cuales expuse esta semana en las reuniones con el Presidente Duque. De igual manera, lo acompañé a escucharlas de boca de los mismos ciudadanos durante el Taller Construyendo País en Chinú el pasado mes de octubre donde comprobamos que aquello por lo que abogamos es lo que nuestros municipios más necesitan.

Este PND debe ser la excepción en la historia reciente y ser lo suficientemente ambicioso para abarcar grandes logros durante este gobierno pero también logros de Estado. Es decir, este plan no puede ser pensado y aprobado solo a cuatro años, sino un plan que nos permita en diez o quince años ser un país más productivo y competitivo ante este mundo globalizado. Así lograremos la consolidación de la anhelada Paz, que para hacerla estable y duradera necesitamos, como mencionaba anteriormente, que la ilegalidad no sea garantía de subsistencia.

Por eso, mi mensaje para el Presidente Duque es que no está solo. Le reitero que debe apostarle a un plan de desarrollo que luego de culminado su periodo presidencial, sus sucesores puedan continuar construyendo sobre lo construido durante su mandato. Su plan debe ir más allá de colores o ideologías políticas y proyectarse más allá de un período de cuatro años porque Colombia es compromiso de todos, ajeno de egoísmos e individualidades. Si logra hacerlo, créame, Presidente que se asegurará un buen puesto en la historia que estamos escribiendo para las futuras generaciones, por que será conocido como el Presidente que llevó el verdadero progreso a nuestras regiones.

@ErasmoZB