Recordando el atentado del 17 de enero (22 muertos y alrededor de 197 víctimas) y el consiguiente debate entre diferentes sectores sociales sobre si levantar o mantener el diálogo con la guerrilla del Eln en Cuba, es de resaltar que la decisión final haya sido la de ponerle fin a la negociación con ese grupo por cuanto se trató de un ataque contra la sociedad.
La excusa de quienes no estuvieron conformes con la decisión es que se debe seguir negociando, precisamente, para que no hayan más atentados, secuestros, homicidios, violaciones a menores y otras formas de ataque a la población. Pero esas peticiones se asemejan mucho más a una extorsión que a una solicitud de paz, de modo que lo que se debe apoyar es que el grupo terrorista muestre una genuina voluntad de paz y deje de ejecutar actos que vayan en contra de la gente.
El principio universal de los negocios (aplica a negociaciones) es la confianza; por lo tanto, es obtuso pedirle al Gobierno negociar sin tener confianza en la otra parte. Sin embargo, al tratarse de un grupo oportunista, buscan que las negociaciones de paz continúen a pesar de los actos contra el Derecho Internacional Humanitario.
El General Santander, prócer de la independencia de nuestro país, es recordado no solo por su contribución a la democracia, sino por perseguir un orden en el que todos los ciudadanos pudieran vivir en paz, como lo remarca su insigne frase: “Ciudadanos las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad”. Vale recordar esta frase hoy, cuando lo que más se promueve es infringir la ley para recibir beneficios o reconocimientos.
No se puede, ni se debe, promover tales actitudes para luego recibir “derechos” por encima de la población en general. Lo que más debemos exigir como colombianos es el cumplimiento de las leyes. Bastante curioso es ver como pedimos un aumento de penas a varios delitos cuando, ni siquiera, se cumplen las leyes que existen actualmente y se le dice al Gobierno que siga con unos diálogos, pero no al Ejército de Liberación Nacional que de muestras de confianza. Mientras estas actitudes continúen no tendremos libertad nunca.