“Cómo quieres que no sientan odio los que están viviendo en los hoyos, diles que pa’ qué la guerra a los que no tienen tierra. Llévale flores y meditación a los que se están muriendo de inanición. Trata de hacer entrar en la moda a los hijos de la explotación”.
Fragmento Sueñas, quieres, dices .
Humberto Monroy – Génesis
Habemus poeta urbano
Es de inmenso orgullo para Colombia que uno de sus grandes letristas, compositores y músicos, se consolide a nivel internacional y reciba premios tan gratificantes. Es asombroso que por fin, después de tantos años la poesía recobre su importancia y vitalidad, los versos métricamente construidos por Juan Luis Londoño Arias, más conocido como Maluma, le otorguen a nuestro país, la esencia cultural que se ha ido perdiendo.
Apremiante escuchar en las izadas de bandera de los colegios colombianos, esos versos que tanto han inspirado a niños, jóvenes y adultos, reflexionando sobre nuestro acontecer como sociedad; acompañados por una tesitura de voz inigualable y por acordes muy bien logrados, que incluso los músicos de conservatorio del país critican, pero sólo por una determinante envidia.
Muy acertado el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, en el 2017, al condecorar a Maluma con el Escudo de Antioquia Categoría Oro, la máxima distinción que la Gobernación del departamento le da a un civil. Y sea válida su afirmación al considerar a este artista integral como un gestor de la poesía urbana.
Ratificando el gran talento del poeta urbano, y ese arduo trabajo que ejerce al escribir cada una de sus brillantes canciones, en el 2019 el reguetonero recibe el premio ASCAP compositor del año en Puerto Rico, por la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (ASCAP, por sus siglas en inglés).
Serán afortunados algunos de los periodistas que siguen de cerca el trabajo de Maluma, cuando por medio de sus profundas entrevistas y reportajes, logren conocer sus influencias literarias y filosóficas, y por supuesto sus referentes musicales y culturales que le han inspirado para desarrollar su epifánica obra.
El gran colombiano que nos merecemos
Así mismo, en Colombia no sólo tenemos el orgullo de contar con un poeta urbano tan reconocido, sino que en ámbitos políticos tenemos en nuestra tierra, al gran colombiano de todos los tiempos: Álvaro Uribe Vélez, quien logró dicha distinción otorgada por History Channel, no precisamente por haber firmado contratos entre la cadena televisiva y la presidencia de aquel entonces, sino por su trasegar político que tanto le ha aportado al país.
Uribe, sin duda, ha sido el presidente más pacifista de todos los tiempos en Colombia y latinoamérica, un ejemplo único de transparencia desde que fuese gobernador de Antioquia, con resultados óptimos y quien al llegar a ser mandatario del país, mostró con gallardía y equidad, cómo se puede gobernar sin favorecer a terratenientes o grandes empresarios por encima de los intereses del pueblo.
Una de sus grandes hazañas fue haber reducido los índices de violencia y pobreza, aunque las desapariciones forzadas y la censura que se pudieron presentar en su gobierno son el resultado de montajes de los “mamertos” (palabra categórica que ha sido usada constantemente por una de las más altas intelectuales del país: la senadora María Fernanda Cabal). De esta manera, cualquier indicio de corrupción con el que quieran enlodar al partido político más honesto, humanista y equilibrado como lo ha sido el Centro Democrático, simplemente son y serán montajes, calumnias e injurias provenientes de la izquierda mal intencionada, aliada del gobierno vecino Castrochavista.
Y así como el distinguido compositor Maluma tiene grandes influencias literarias y musicales marcadas, Álvaro Uribe permite vislumbrar latentemente, la forma en que personajes como Gandhi, Luther King, Mandela y hasta Jesús de Nazareth; han sido su inspiración para contrarestar la guerra, la violencia, la corrupción, la ignorancia, el hambre y la desigualdad.
Los colombianos serán afortunados cuando la familia Uribe ingrese directamente en el mundo del coaching y empiece a entrenar a los ciudadanos en pro de conocer las fórmulas algorítmicas para construir empresas, hacerlas crecer y desarrollar emporios autosostenibles en tiempos extremadamente cortos.
Colombia es y será realmente el país más feliz del mundo, cuando Uribe reciba el merecido premio Nobel de la paz que le fue arrebatado injustamente por otro expresidente que no quiso continuar con su gran legado. Pero, también cuando Maluma levante en sus manos el Nobel de literatura y tal como lo logró Bob Dylan, se reconozca la estructura literaria en su gran obra.
En definitiva llegan los tiempos en que se observa al “pueblo feliz” perreando con “la poesía y la buena música”, mientras se nada “pacíficamente” sobre ríos de sangre y olvido.
Twitter @eskarlatapoeta