Por: Gisela Matamoros

Este 25 de julio se llevará a cabo el XXV Encuentro del Foro de Sao Paulo (FSP), en Caracas, el cual está organizado por el Partido Socialista Unido de Venezuela, (PSUV). Según los organizadores, asistirán 800 invitados internacionales, representando a 120 partidos, provenientes de 25 países.

Por los documentos que el FSP ha publicado, es evidente que los delegados internacionales viajan a Caracas a decir que en Venezuela no existe una crisis humanitaria y que los problemas son producto de las sanciones norteamericanas.  También van a respaldar el diálogo entre el oficialismo y la oposición, porque saben que se trata de un mecanismo para oxigenar a Maduro y ganar tiempo. Luego regresarán a sus países y dirán exactamente lo mismo a los medios de comunicación locales.

El FSP fue convocado por primera vez el 3 de julio de 1990, por el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil y el Partido Comunista de Cuba, con el fin de redefinir los objetivos y las actividades de la izquierda, luego del derrumbe del comunismo en la Unión Soviética. A la convocatoria acudieron originalmente 68 fuerzas políticas pertenecientes a veintidós países latinoamericanos y caribeños. Pero, desde su primera reunión, el FSP creció notablemente.

Algunos dicen que las Farc no forman parte del Foro de Sao Paulo, pero lo cierto es que Manuel Marulanda, alias “Tirofijo”, aparece como miembro fundador de la revista del Foro de Sao Paulo, que se llama América Libre.

En 2009, durante su gran apogeo, el Foro de Sao Paulo contaba con catorce presidentes latinoamericanos gobernando simultáneamente:  Lula da Silva, Raúl Castro, Hugo Chávez, Tabaré Vázquez, Cristina Kirchner, Michelle Bachelet, Fernando Lugo, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Manuel Zelaya, Mauricio Funes, Leonel Fernández y René Preval. Pero desde entonces, el FSP se ha venido a menos, por el fracaso del modelo socialista en toda la región.

En este XXV encuentro, el Foro de Sao Paulo busca recuperar espacios perdidos, para lo cual es de vital importancia mantener al PSUV en el poder, porque desde que Chávez llegó a la presidencia, Venezuela ha sido uno de sus bastiones fundamentales. Sin embargo, el FSP debe enfrentar un problema, y es que muchos de sus dirigentes han sido acusados por diferentes delitos, entre ellos la corrupción. Como consecuencia, han sido destituidos e incluso encarcelados, como por ejemplo, el propio Lula da Silva.

América debe estar atenta porque quienes van a este encuentro no son observadores neutrales, sino que comparten con el régimen de Maduro una misma visión y un mismo interés. En resumen, se trata de una gigantesca operación de propaganda para reflotar a Maduro, en medio de la peor crisis humanitaria que experimentado Venezuela en toda su historia, la cual, sin duda, afecta toda la región, particularmente a Colombia.

@GiselaMatamoros

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