Este 21 de noviembre se produjo el Paro Nacional, y lo primero que convendría estudiar de este fenómeno social son sus causas. Al hacerlo se puede notar que las motivaciones que mueven las masas de personas son baladíes. Los manifestantes piden más educación, y este gobierno ha destinado más recursos a ese tema que ninguno en la historia. También están en contra de la reforma tributaria, siendo que esta es la misma de la Ley de financiamiento, la cual se cayó por vicios de forma. Así mismo, están en contra de la venta de empresas estatales como ISA y Ecopetrol, sin que haya habido un proyecto para vender estas empresas; y están en contra de la reforma pensional, sin que exista un borrador.
Cabría preguntarse, entonces, ¿qué es lo que mueve a este grupo de personas? La respuesta podría ser un odio visceral hacia el Gobierno por ser del partido Centro Democrático. Ellos critican la reforma tributaria por incluir un artículo que dispone el pago por parte de las universidades públicas a las sentencias en las que resulte condenada la nación, ese artículo existió en las ultimas 5 reformas tributarias del expresidente Santos y el Presidente actual ya objetó ese artículo.
En cadena nacional, el presidente Duque se dirigió a los colombianos para anunciar su plena disposición al diálogo, pero por parte del Comité Nacional del Paro no ha habido dicha voluntad y siempre hay una excusa para levantarse de la mesa.
Cada día ocurre una tragedia diferente, la muerte del joven Dilan Cruz, la excusa por parte de los manifestantes violentos de una supuesta “teoría del pánico”, la justificación de la violencia por parte de los manifestantes, la muerte de un estudiante encapuchado por sus propias “papa-bombas”. Abunda la violencia y escasean las propuestas.
Es impresionante ver cómo esto se ha vuelto una batalla campal, sin la posibilidad de ver una solución que le sirva a la gente en corto plazo. Desean imponer su visión de país los que no ganaron en las urnas. Los que en general salen a la calle son los jóvenes y estos son los de menor representación en el Comité del Paro Nacional. No existe orden de ninguna clase.
Lo más importante para acabar con la verdadera polarización política es mostrar las verdaderas causas de este fenómeno social y detener la arrogancia. Pareciera que se celebra como un triunfo el hecho que una de las partes se levante de la mesa, o el simple hecho de insultar al Gobierno mencionando problemas que existen en el país desde hace décadas, pero sin proponer ningún tipo de solución