Por: Carla Fernández Abril

Para los que se quejan del primer mes de la administración de Claudia López, debo recordarles que la alcaldesa está cumpliendo al cien por ciento su mayor promesa de campaña: “construir sobre lo construido”, y precisar en un aspecto muy importante: a penas llevamos 29 días del año y por ende no se puede evaluar una administración en tan poco tiempo. Por lo general los resultados previos se comienzan a ver a penas en los primeros 100 días de gobierno (demos tiempo porque el primer mes es para organizar la casa).

Debo decir que causa mucha gracia la tendencia en redes sociales en la que piden la renuncia de la nueva alcaldesa ¡qué poco objetivos y faltos de conocimiento en administración pública! Se nota que su aporte a la ciudad se limita únicamente a estar detrás de una pantalla escribiendo barrabasadas. Recomiendo más bien prestar atención a la acción, o mejor, inacción del Gobierno nacional ¡Ese si que va a pasar ‘de agache’! Nos van a llegar las elecciones de 2022 y Duque no habrá avanzado en absolutamente nada, seguramente saldrá a decir que su Gobierno dedicó su tiempo a la ‘gran conversación nacional’. En fin… esa no es la discusión.

Lo cierto es que el actual Gobierno Distrital tiene que afrontar grandes retos, sobre todo políticos y coyunturales, ataques de la oposición que van y vienen sin cesar, muchos de ellos pocos objetivos y guiados por intereses mezquinos con miras al 2022. Por otro lado, llegar y encontrar una crisis de gobernabilidad no ha de ser fácil. Si se observa la situación con algo de seriedad, se puede observar —a simple vista— que cada paso que ha dado Claudia ha sido atacado sin más ni más, y con poca rigurosidad por sectores que se dicen alternativos pero que tienen poco de constructivos. Como dice una canción: “¡Malo si sí, malo si no!”.

Definitivamente, la Alcaldesa no la tiene nada fácil. Yo recomiendo esperar el avance en términos de resultados de su gobierno, analizarlo con cabeza fría y ahí si entrar a opinar (ya que todos se creen analistas políticos). Recordemos que gobernar no es nada sencillo, y mucho menos lo es tener contenta al cien por ciento de la ciudadanía. Los ciudadanos que votaron por su programa de Gobierno deben ser conscientes de que su mayor premisa fue construir sobre lo construido; entonces, no han de sorprenderse si le da continuidad a programas de la administración pasada. Llegar a destruir y comenzar de cero no beneficia para nada a la ciudad, indudablemente hay y habrán casos en los que por fuerza mayor, en aras del respeto a la norma, Claudia deberá ejecutar proyectos con los cuales ni ella está de acuerdo, como es el caso de TransMilenio por la 68.

Por otro lado, es importante mencionar que de su buena o mala administración depende, en gran medida, la elección presidencial de 2022. De aquí a allá se podrán observar varios resultados que podrán impulsar una candidatura ‘alternativa’ y progresista o la continuación de la política tradicional y anacrónica. Crucemos los dedos y confiemos en su buen gobierno, esta ciudad es de todos y lo que menos nos conviene a los bogotanos es un nuevo fracaso para la administración distrital. Dejemos la mezquindad a un lado y más bien ayudemos a la construcción de un nuevo modelo de ciudad: asistamos a los espacios de participación que se abrirán pronto para la construcción de los planes de desarrollo local y distrital como los encuentros ciudadanos, en los que podremos plasmar nuestra visión de ciudad en el mediano plazo, dejemos el activismo de redes y vayamos a las calles a construir ciudad y ciudadanía.

 

@CarlaFAbril