A propósito del nuevo canal de Win dedicado solo a fútbol, el director de Revistas sectoriales y regionales de Semana, Mauricio Bayona, escribió lo siguiente en la editorial de la edición especial sobre fútbol colombiano del pasado domingo:
“Espero, eso sí, que Win nos sorprenda con mejores programas de análisis y no simplemente con unos sets en el estudio más llamativos. Saque Largo, por ejemplo, suele ser en cada tarde un improvisado y largo festival de egos, altos tonos de voz, con poca preparación, sin análisis serios y sin muchas conclusiones útiles. Toda gira a unas repetitivas disputas verbales, cargadas de lugares comunes y sobre todo vanidosas, y que poco o nada aportan al final a los televidentes. Debe madurar”.
Estoy de acuerdo con cada palabra expresada en este fragmento, y es que pude ver solo un programa de análisis (o dos) de Win, por su pésimo contenido, sus discusiones insulsas, su falta de profundidad, su poco rigor investigativo, sus pocos argumentos y la bajísima preparación de sus integrantes.
No podría generalizar ni meter todo el contenido de ese canal en una misma bolsa, primero porque sé que trabajan ahí varios de los periodistas deportivos más reconocidos del país, con gran trayectoria y experiencia, y segundo porque al no soportar el par de programas que vi hace mucho tiempo y alejarme de su contenido, no tendría la autoridad moral para criticar una parrilla de programación que no consumo, por la pésima experiencia que tuve, cuando quería dedicarme a seguir sus programas.
Recuerdo que antes de que Win existiera, muchos de los que seguimos el fútbol desde niños y que somos unos apasionados por este deporte, nos preguntábamos con nostalgia, por qué en Colombia no había un canal dedicado 100 % a deportes tal y como los hay en otras partes del mundo, teniendo como máxima referencia a Argentina, país que se destaca por su excelente calidad y cubrimiento del ámbito deportivo.
Entonces ver que Win nacía con ese preciso objetivo nos llenó de ilusión y estábamos expectantes y felices de empezar a ver un canal que llevara minuto a minuto, con los expertos, todo la actualidad del deporte nacional e internacional. Pero eso no fue lo que vi en los programas, sobre todo de análisis, que creo, son los termómetros de un canal dedicado a tratar este lado del periodismo.
Al tener como ejemplo directo los programas argentinos, donde están los que saben, donde se analiza a profundidad cada planteamiento táctico, cada decisión técnica, cada resultado, cada nueva jornada y cada presente de los jugadores, uno esperaba que Win tuviera lo mismo o algo muy parecido.
Lo único parecido a esos épicos programas deportivos extranjeros fueron los sets, que se mostraban modernos, tecnológicos, atractivos, pero más allá de eso, nada de nada. Vi muchachos con muy poca idea de lo que hablaban pero eso sí, dispuestos a defender hasta las últimas circunstancias sus insulsos argumentos, vi periodistas patinando en sus escasos datos y su falta de información, vi otros que ni siquiera sabían con claridad de qué nacionalidad era un jugador, de hecho lo preguntaban al aire, diciendo que no recordaban bien, y un amplio etc.
Al tener profesores con toda la experiencia en la universidad sobre temas de periodismo, escuchaba con mucha frecuencia que decían que el gran problema de esta generación de comunicadores sería que no leen. Uno de los profesores que más recuerdo es Ernesto Rojas, pionero de la radio en Colombia y excelente formador, quien era insistente en explicar que si un comunicador no se toma en serio su tarea y no lee, haría el ridículo en sus apariciones en los medios. Fue exactamente lo que sentí las veces que vi esos programas de análisis, pena ajena.
Así que esa es una posible razón del problema, periodistas jóvenes que no entendieron que este hermoso oficio está fundamentado en lo que consumen, en lo que leen y creen que es suficiente con ver uno o dos partidos y dar sus opiniones, sin ir al fondo de los acontecimientos, sin tener en cuenta una cantidad de variables que vienen cuando se profundiza en conceptos, en historia, en opiniones ajenas, en experiencias de los que más saben.
Y ahí está el otro problema, a mi juicio, el no tener en cuenta a los que saben y a los que se han hecho un lugar en esta profesión. Porque vi también muchos comunicadores jóvenes, recién iniciando en este mundo, criticar, menospreciar y ningunear a periodistas con trayectoria y experiencia solo por el hecho de que no eran jóvenes como ellos, de que estaban pasados de moda.
Y está claro que hay que darle paso a los nuevos talentos en los medios, pero esa no es una razón para hacer a un lado a los que ya tienen años de experiencia, porque son ellos los que saben y han pasado por todo lo que los jóvenes apenas sueñan con pasar. Entonces creo que otra posible solución es balancear el contenido con nuevas figuras, pero acompañados con los periodistas de experiencia y trayectoria. Cosa que al parecer han venido haciendo.
De manera que es una necesidad que haya canales como Win y cruzo los dedos para que le vaya bien, al mismo tiempo que creo necesario que dirijan sus esfuerzos al contenido, porque de nada vale tener los mejores estudios y la mejor tecnología de Latinoamérica, si la calidad de sus talentos no da la talla.
Nota 1. Seguí algún tiempo el programa Acceso que conduce César Augusto Londoño. Es un total acierto ese espacio, toda la emotividad hecha entrevista, un placer de programa. El tema es que Londoño no nació en Win, llegó a ese canal con una carrera consolidada hace mucho tiempo.
Nota 2. A propósito de la edición especial de Semana sobre el fútbol colombiano, recomiendo leer el emotivo artículo de Alejandro Pino Calad, bella explicación de por qué somos hinchas de nuestro equipo local.